Y de repente, un día, todo vuelve a estar cuesta abajo.
Y el corazón lo has dejado atrás…junto con las ganas, la esperanza y la ilusión. Y sientes que te va a tocar volver a empezar, o ya has empezado de nuevo pero no lo sabes o no llegas.
Y todo está más frío y más oscuro, de repente ya no eres tú…
Todo está bajando a mucha velocidad y no llego a escapar.
Golpeo contra todas las piedras que me encuentro, pero no llego …
A veces simplemente lo extraño…unas cuantas letras y una melodía. Todo se paraba, todo estaba quieto, todo estaba escondido, anaranjado, preso, incontrolado…todo estaba.
Pero siento que ha dejado de girar, como puede dejar de girar algo que es como el sol, como la tierra, como una peonza, como un disco…
Todo cambia como siempre.
Pero ahora ya no queda nada…
El mar siempre ha sido mi escondite.
Creo que lo sabe todo de mi…he guardado tantas cosas en el.
Me vuelco sobre el.
Y me dejo llevar….
Te he escrito una carta en una botella.
Y la dejo ir…
Si sigues mis pisadas, quizá me encuentres…
Pero no me busques….
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
Lope de Vega
Hay días que son un laberinto y que me tiembla el cuerpo.
Que soy yo la que me lleva al borde del precipicio, al final del libro…que soy yo la única que camina en dirección. Y puedo decidir cuándo parar, pero no paro.
Es la misma historia de siempre, repitiéndose en bucle. Son palabras que nunca diré. Son las mismas lágrimas que nunca lloraré.
Aún andando por el mismo camino de ayer aún me sorprenden las piedras…aún me sorprende la vida.
Pero aquí estoy de nuevo una noche más, en la misma piel, con el mismo corazón…pero cada vez un poco más cansado.
Entre risas y un par de miedos.
Entre todo lo que fui y lo que nunca olvidé.
Entre lo que soñé y lo que nunca imaginé.
Entre todo eso te escribo…
Normalmente todo es de color gris.
Pero hoy es color hueso, crudo, tan crudo que paraliza las estrellas fugaces…y puedes pedir mil deseos.
Entre todo lo que soy y lo que nunca terminaré de ser.
