Ella.

-¿Que es de aquella chica?
+¿Que chica?
-Aquella, que siempre sonreía hasta cuando todo la iba mal, hasta cuando el mundo se la venia encima, ella seguía de pie y soportaba todo ese peso. Esa que perdonaba lo imperdonable, que cuando se caía ponia las dos manos en el suelo y pisaba firme de nuevo. Esa chica que siempre tenia una palabra bonita para todos, esa que muchos amaban y otros muchos odiaban, pero solo por envidia.
Esa chica que no todo la iba bien, aunque ella se merecía el cielo. A esa chica que solo la tocaban cabrones, aun siendo una chica especial de los pies a la cabeza, y lo daba todo por todos, aun quedándose si nada.
+Me temo que se canso, que un día no pudo sonreír mas, que cuando el mundo se la venia encima quedaba atrapada debajo de el, que cuando se caía, no quería levantarse. Que dejo de perdonar las cosas, todas y cada una de ellas empezaban a quedarse guardadas en su memoria, de repente dejo de tener palabras bonitas incluso para ella. Se canso de los cabrones, de los príncipes, y hasta de los chicos normales, solo por miedo a que cada uno de ellos la destrozaran un poquito mas no se lo podía permitir, y entonces decidió dejar de fingir sonrisas, y empezó a ponerse una coraza, una coraza que la impidiese sentir, al menos hasta recuperar esa confianza que el mundo la había hecho perder, en si misma y en su alrededor, ya no era ella, todos y cada uno de los que habían pasado por su vida, la habían enseñado cosas, ya sea a base de golpes o de consejos, pero ella ahora necesitaba aprender de todo aquello, sin distracciones, volver a quererse a si misma, necesitaba volver a ser ella.
-Entiendo, el mundo la obligo a ser quien no era, y ahora necesita volver a ser ella, a ser ella pero con las lecciones aprendidas.