Aún te encuentro en las frías noches de enero donde luchaba para que el viento no se llevase tu pelo.
Aún recuerdo, los besos con los labios cuarteados, las manos entrelazadas y un corazón ardiendo.
Aún te recuerdo.
Pero hoy el corazón frío y guardado bajo cientos de capas, trata de sobrevivir a un invierno que no ha hecho más que empezar y que por ahora no veo final.
Pero aquí estamos, a unos kilometros de ti y mi agonía no me deja gritarte, porque la nostalgia me esta cosiendo las heridas y me está curando la vida.
Dicen que tiene que doler, que pica, pero que no es nada que cien años dure...aunque parece que dure mil.
Las margaritas mustias buscan al sol, que se esconde para no ver a la luna..por si coinciden y tiene que romperse en mil pedazos.
Yo más de luna, él más de sol.
Yo más de día, él más de noche.
Yo más de calor, él más de frío.
Yo más te busco, él más me voy.
Pero aquí estamos como el sol y la luna enviándonos. Arañandonos.
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