Se que te acuerdas de mi.
Como te acuerdas de aquella chica a la que no podias dejar de mirar.
Se que te acuerdas de mi pelo.
Como te acuerdas de aquella noche rondando tras su cuello.
Se que te acuerdas de mis abrazos.
Como te acuerdas de aquella mañana en la que no recordabas nada pero tenías a otra chica a tu lado.
Se que te acuerdas.
Se que lo recordarás.
Como recordarás el día en el que me marché y dejaste atrás mi pelo y mis abrazos.
Se que no correrías tras ellos, por eso no me molestaré en escapar.
Saldré sin hacer ruido por la puerta de atrás y cambiaré a un sitio más tranquilo, más fugaz.
Se que no has pensado que pasará, se que no te has atrevido a mirarme de frente. Se que tienes el cuerpo lleno de arrepentimiento.
Lo sé.
Se que te acordaras, de mis consejos, de mis intentos.
También, lo sé.
Pero cada día lo tienes más claro.
Pero cada día me alejo más.
Porque temblabas al bailar con ella, porque tenías que evitar besarla.
Como yo tendré que evitarlo.
Porque he continuado sola por una carretera secundaria, descalza y clavandome cada uno de los cristales de las botellas que tu habias bebido sábados noche y arrojado al despertar.
Porque he besado muchos labios, besando uno solo.
Porque he apostado a un todo nada. Por ti.
Y tú a un a todas, a ciegas.
Ciega yo. Ciego mi corazón emborrachado de amor.
Cuerda mi cabeza que me ha atado a tu recuerdo.
Somos a veces el vuelo de un pájaro, otras su caída. Que a ti te da lo mismo y a mi ya no me importa.
sábado, 30 de abril de 2016
Ciega. 3.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario