He empezado por tomar decisiones con mucho hielo y algo más de ron.
Y te digo que no me ha salido del todo mal ya sabes.
Y es que llevo tiempo sin verte, pero tampoco me ha molestado.
Ahora busco más el sol, el agua, el pelo suelto y las ganas de volar.
No me preguntes por qué, lo sabes, sabes que era hora que tenía que llegar que lo he retrasado, pero que era hora de dejarme explotar era hora de no contenerme las ganas de estallar de alegría.
Demasiado tiempo sin mi. Demasiado tiempo esperando.
Demasiado encima, y yo sin respiración.
Tu me entiendes yo lo sé.
Hay cosas que no pueden ser, que nos quedamos con ellas dentro y un día empiezan a hacer marca, marca y cicatriz.
Que hay que curar con sol, agua, el pelo suelto y las ganas de volar.
Ya sabes deja paso.
Aunque me aparte de cada pájaro que vuele, aunque eche a correr sin mirar atrás.
Dale la oportunidad, por que no es el final es el camino.
Por que seguro que me pueden hacer cambiar de opinión.
Por que seguro que acarician hasta los sábado noche y sueltan la botella y el brazo de aquella morena.
No se, cosas normales que dejaron de serlo. Como volar un miércoles noche, como saltar una fría mañana. Como abrazar un cálido agosto.
Pequeñas cosas a las que darles la oportunidad y la vida.
Somos a veces el vuelo de un pájaro, otras su caída. Que a ti te da lo mismo y a mi ya no me importa.
martes, 26 de julio de 2016
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