He mirado por la ventana, y me ha parecido que te has convertido en viento, del norte, todo recto sin ninguna dirección asociada.
Has visto como ondean hoy las hojas del árbol donde enterré las cenizas de tu huida.
Me encantaría saborear tu risa.
Acostarme entre tus señales.
He mirado por la ventana, y me ha parecido de película que seas aun un silbido insignificante.
Has visto como pasan las horas del reloj mientras te espero.
Un día mas, en la repisa con la mirada congelada.
Me encantaría tocar tu olor, que te introduzcas por mis poros.
A día de hoy, sigo reproduciendo tus últimos pasos, el ultimo aleteo en tu pelo.
Al fondo de la vida, detrás de esta ventana, después de cien mil horas, deja que el viento te vuelva a llevar a mi cama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario