Me suele doler el corazón los domingos por la tarde.
Pero me duele un jueves.
Me parte.
Hoy no he podido salir de la cama de lo que me pesa el pecho, respiro, nada cambia..
He pasado por ti, en sueños y me has dejado plantada, tirada, destrozada.
Y me duele el corazón.
Y no me suele doler un martes.
Pero me duelen hasta las mañanas soleadas.
Estar partida en dos hace que tengas más superficie de contacto para que todos los puñales acaben en ti.
Somos a veces el vuelo de un pájaro, otras su caída. Que a ti te da lo mismo y a mi ya no me importa.
jueves, 31 de mayo de 2018
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