El mar es esa extremidad que me falta a lo largo del año. Donde me baño de una de esas historias, donde me hablo y me pregunto todo lo que no soy capaz de preguntarme en tierra firme. Me gusta ser todo lo que soy aquí, en medio de la nada me vuelvo a encontrar.
Al mar le he contado tantas cosas, me entiende tan bien me mece tan suave.
Hoy he mandado un mensaje en una botellita de cristal, para que lo bañen las olas y no quede náufrago.
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