domingo, 28 de febrero de 2021

que

No sabes si seguir buscando entre papeles. Ya los he perdido.
Siento que sigo anclada en el mar.
A veces te escucho llegar por las noches, no haces ruido pero yo te escucho. 
Busco desde hace demasiados, días, meses, años...las palabras que expliquen, ni los ritmos que me muevan. 
Te has ido ya de casa, pero aún huele a ti. Aprendemos a leer entre líneas, a dejar caminos con granos de arroz. 
Desde que te vas, por las mañanas ya no sale el sol. 
Aquí atardecer pronto, aquí todo es caos, aquí solo somos humo impregnando la ciudad de vida. 
Ojalá fueras y yo pudiera. 

viernes, 12 de febrero de 2021

Hilo.

Aún existe ese sentimiento de ya casi no ser, pero jamás perder el hilo.
Que bonito es ir dejando solo las cosas bonitas en el corazón. 
Pasa que cuando perdonas a alguien, te perdonas a ti. Todo va mucho mejor. Fuera de aquella carretera repleta de coches me encantaría contarte tantas cosas. 
Quién soy ahora, donde estoy, por qué y cómo.
La verdad es que me encanta mirar desde los ojos que tengo ahora, desde la paz. 
Cuando sueltas las piedras acumuladas se camina mejor.
Ahora respiro mejor cuando no estás, cuando estás y cuando me vienen todos esos días. 
La verdad que me he sentado a hablar contigo en ese banco muchas veces, aunque tu no hayas venido. 
Se que se me da hablar mejor con el papel que contigo, en silencio que gritando, al viento que a tu oreja. 
Pero al menos te sigo hablando, aunque no me escuches y yo creo que eso, no se va a perder jamás. 

domingo, 7 de febrero de 2021

Escondidito en el corazón para que no me destroce. Hay cosas que no se pueden explicar con palabras. Dejas un hueco que no se va a curar. Te voy a extrañar siempre. 

sábado, 6 de febrero de 2021

Disimulo.

Hay cosas que no sabemos disimular y al final eso somos.
Esos pinchazos. 
Ese remolino. 
Somos todo aquello a lo que no sabemos decir que no. 
Somos todas esas miradas que no hacemos.
Somos lo que nos remueve. 
Somos eso que se nos atraviesa en la garganta. 
Somos lo que nunca decimos. 
Somos lo que no dejamos de pensar. 
Somos el miedo que nos da. 
Ese suspiro con el que cerramos, hasta que vuelva a pasar.