Somos a veces el vuelo de un pájaro, otras su caída. Que a ti te da lo mismo y a mi ya no me importa.
jueves, 5 de septiembre de 2013
Ella no era así.
Ella no es de esas… perdón rectifico, no era de esas hasta que apareció él. Era más de las que conquistan tu cama y desaparecen por la mañana, de las que no lloran por amor ni se recorren el país en autobús por un beso. No era de las que piensa en la misma persona al dormir y al despertar, ni de las que hacen regalos. No era de las que hacen planes ni desayunan cafés, mucho menos de las que dejan de preocuparse de sí mismas para preocuparse también por su amor, por el amor de su vida quizás.Era de las que el humo del tabaco escapaba sensual entre sus labios, y no había nada más bonito que verla beber ron y bailar para cualquiera en una discoteca. De las que les llaman “puta” y sonríen. De aquellas a las que no les duele un “no” por respuesta, de las que no se enamoran, de las que no se comprometen, ni de las que repiten. Pero esa tarde de Febrero apareció él, con su sonrisa encantadora, su mirada especial y manos que eran capaces de acariciar como ningunas. Y llegó Marzo, y se convirtió en el amor de su vida, ¡qué felices somos en Marzo! Y llegó no buscar calor en otros brazos ni en otras camas que no fueran las suyas. Y el amor sin sexo. Y el saber esperar. Y el ser capaz de recorrer los kilómetros que les separan andando si hiciera falta. Y llegaron algunas noches llorando y sonrisas en la madrugada con sabor a sal, las reconciliaciones más bonitas que se puedan tener. Y hasta llegó enamorarse del “¡buenos días princesa!” Y llegaron los planes, los cafés compartidos y algunas copas menos. El humo del tabaco se esfumó de sus labios y lo cambió por “te quieros” que aún siguen sonando. Y ahora es una de las que se enamora, se compromete y repite, y repetiría mil veces más. De las que encontraron una razón para empezar de nuevo, y era él, como dice Hoobastank en su canción.…
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario