Cerca de ti estoy en desventaja.

Como un gigante huracan, como el tsunami mas grande del mundo o como mil rayos cayendo sin cesar.
Asi me viene todo, todo me queda grande.
El frio no tardará en llegar, y cuando dejen de abrazarme morire de frio, la lluvia inhundara el vacio que tengo.
No puedo pedir que calmes, no puedo pedir que lo grites a los cuatro vientos, o que no te importe nada mas.
No puedo pedirte ser quien no eres.
No puedo pedirte todo lo que me gustaría.
Rompeme, mienteme si quiero decir quiereme. A fin de cuentas, a todo hay que hacerse.

Y es que por fin he comprendido que hay cosas que no queremos que sucedan pero que tienen que pasar, cosas que no queremos saber pero que hay que aprender, y personas que no podemos vivir sin ellas pero que hay que dejar.

No puedo escribir una carta de despedida, no consigo decir adios.
Siempre la dejo a la mitad, entre líneas se notan los gritos al silencio pidiendo sacarme de alli.
Pero me deja alli con mi tormento una noche mas, una fria noche mas.
No logro desprenderme, ni si quiera de mi misma, queriendo escapar sin ningun resto, lo unico que hace es perseguirme.
Malditos recuerdos, malditos.
Otra noche mas, con palabras nostalgicas con palabras desordenadas.

Imprescindible.

Sin sueños, sin amor, sin ganas.
Cuando de todo falta, de nada se vive.
Sin cariño, sin ilusion, sin corazon.
Y es que desde entonces he aprendido que cuando salimos de casa hay que dejar el corazon por si te lo roban por el camino.
El mar sin agua, un circo sin payaso, un reloj sin aguja, un Paris sin luz, un libro sin leer, una cancion sin cantante, una guitarra sin cuerdas.
Todos somos imprescindibles para algo, para alguien. Pero a veces nos equivocamos, creemos que somos pero no, creemos que estaran pero no.
Seras la clave, lo ideal, pero cuando encuentras un encaje a la perfeccion, sera de mala calidad, viejo y usado.
Sin amor, sin gracia, sin querer.
Ay.
Amor, amor, amor. Dulce amor, tu eres el imprescindible en mi. Tu que trasformas, vuelas, gritas. Pero que dueles, rompes, destrozas.
Depender de algo tan puro, tan fuerte, tan vida. Vida, vida, vida a ti estoy enganchada, que desastre.
Si algún dia logro salir de todo esto, recuerdame solo con un nombre. Felicidad pero sin brillo, felicidad escondida.

¿Quieres oir?

¿Que quieres oir? Un te quiero, un tal vez o un jamas.
Quizá prefieras oir, un ojala, un te odio y un ¿por qué?.
O sin duda quieras oir un adelante, un siempre o un si.
Que mas da lo que queramos oir, si al final reproches y malos gestos abundan.
Al final nos quedamos con un no, jamas, te odio, termino.
¿Que qquieres oir? El fuerte oleaje rompiendo contra la orilla, o el corazón partiendose en pedazos.
Quiza lrefieras oir como se deshace un alma.
O incluso el sonido de un orgasmo fingido.
De una mente turbia.
¿Quieres oir la verdad? ¿estas preparado para afrontarla?
Quiza la verdad sea, hasta otra vez querido amigo.

¿Y cuando todo esta perdido?
Te cansas, te cansas de perder, de soportar, de sonrisas forzadas, de miedos imparables, de lloros.
¿Y por que?
Si el fin esta ahi, delante de nuestros ojos, solo hay que tenderle la mano. Dejarte ir.
No quiero permanecer mas aqui. Ni alli, ni en ningun lado.
No quiero.
Hoy no quiero que la luz de la mañana me despierte, no quiero abrir los ojos.
Las fuerzas se escapan, me las quitan a golpes, disparar, dispara a quema ropa ya.
¿Para que alargar algo que tiene el fin delante?
Ya no se quien soy, ni quien me haceis ser.
Ya no se que merezco y que no.
Por que vivo tan perdida, olvidarlo.
Olvidar estas palabras.
Olvidarme a mi.

De vez en cuando sonreia.
De vez en cuando sabia.
De vez en cuado.
No habia nada seguro, ni ella.
Dura, entera por fuera como la que mas. Pero. Tan llena de inseguridades.
¿Que mas da? Ni tu, ni yo, ni ella, ni vosotros.
Enserio, vuelta y media. Que pasara.

Shel Silverstein.

Un dia le pregunte a la cebra:
«¿Eres una cebra blanca con rayas negras o una cebra negra con rayas blancas?»
La cebra mirándome, me preguntó:
«¿Tu eres un hombre inquieto con momentos de tranquilidad o un hombre tranquilo con momentos de inquietud?
¿Eres un tipo descuidado de maneras ordenadas o un tipo ordenado de maneras descuidadas?
¿Eres un hombre feliz con momentos tristes o un hombre triste con momentos felices?»
Nunca mas le preguntaré a la cebra sobre sus rayas.

Tvb.

«Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atras.»

El principio del fin.

Dudar. El principio del fin.
Cuestionarte tan solo una cosa, en una fraccion de segundo puede hacer que todo se desmorone.
Puede hacer que todo pierda el mas minimo sentido.
No hay nada seguro, y el miedo es el peor enemigo.
Pero, aqui estoy dudando, lo que me da seguridad. Negando la propia certeza.
Creyendo odiar lo que amo.
Sin motivos, ¿sera lo mejor?.
Dudas, y mas dudas, que segura estoy acabaran con todo, mas bien, no habiendo nada, acabaran conmigo.
No quiero culparte, culparos o que se yo, quiza solo forme parte yo de esta guerra, quiza el arma sea demasiado peligrosa, y las consecuencias de dudar demasiado grandes.
Perdonar mi mente inquieta, y mis sentimientos perdidos.
Dudo sobre mi misma, incluso me llego a replantear que esto sea verdad o una simple ilusion.
Y es que soy de esas que se ilusionan, creen, sueñan mas de lo que deberian y terminan dándose de bruces contra el suelo.
Perdonar, no se llevar situaciones mas alla de finguir unas sonrisas dando a entender que todo va bien. Y si todo, cuando en realidad no es nada.
Dudo, dudo de mi, de lo que un dia llegaré a ser, dudo de ti, ni si quiera se si eres tu, dudo de ellos, de sus palabras.
El frio no tardará en llegar, y helará. Arrasará con todo a su paso, no quedaran mas que los pedazos de unas dudas y un alma sin rumbo.

La cruda realidad.

Cuando la luna triste ondeo el cielo las lágrimas caían dejando un surco, un camino que refleja su presencia, su dolor.
La miró, miro la luna allí arriba tan brillante como apagada. Ella sentada en la repisa de su ventana, cerró el cristal y con ello cortó la pequeña brisa que anunciaba la venida de la primavera, las noches habían dejado de ser tan frías, pero para ella nada había cambiado, dentro el hielo quemaba, llovía a mares tanto que calaba la sonrisa, sonrisa rota. Se metió en la cama soñando con despertar, con despertar entre ilusiones, ganas y sentimientos vivos, que ya mucho tiempo llevaban marchitos.
Ya hace un largo tiempo que la vida habría dejado de ser vida.
Los pedazos de lo que un día fue están esparcidos por toda su vida, no dejando a nadie entrar, ya que cortaba, helaba. Las noches pasaban , ¿desde cuando? Desde cuando el tiempo se había dedicado a pasar, mientras ella agotada, le retiraba la mirada.
Amarga existencia aquella que duras penas era llevadera, ¿quien merecia aquella condena? La cruel condena de la desesperacion, el olvido y la nostalgia.
Consiguió dormir, consiguió soñar, tocar la felicidad y huir de la realidad, hasta otra noche.