domingo, 27 de marzo de 2016

Contra las cuerdas.

Que alborotado tengo el pelo y la vida.
Pero me gusta.
Que tarde ha sido. Hoy te has ido y no he mirado hacia atrás, viendo como te alejabas lentamente y rompías los pocos lazos que aún nos unían. He caminado en dirección contraria con el viento acariciandome la cara y una sonrisa que anhelaba.
Te he roto los esquemas, lo he notado. Pero es que era tarde.
Con los ojos abiertos y el corazón cerrado por si te das la vuelta.
Ya sabes, no soy de esas.
No soy mejor que esas. No soy. He dejado de ser.
He empezado a construirme después de un tiro a quemarropa.
Cierra la puerta y marchate.
(Deja un mapa, por si me da por buscarnos).

viernes, 25 de marzo de 2016

Ha vuelto a sonar el reloj.
De muerte.
De alivio.
Quizá por que te has marchado.
O eso creo.
Llovía fuera o probablemente había llorado demasiado, de rabia, supongo..
Te habías marchado y la puerta aún seguía abierta y sí llovía, o a lo mejor tan solo me estaba limpiando por dentro.
Sonaba el reloj, a la de tres todo sería distinto o no, todo continuaría en el mismo lugar, menos tú.
Tu te habías marchado y vi tus huellas tambaleandose, hacían el amago de volverse o tal vez era yo la que se desequilibraba queriendo atrapar tu espalda.

martes, 22 de marzo de 2016

Primavera.

He empezado a mirar por mi, no se, comprendelo, me echaba de menos.
Me he recogido el pelo un poco y he soltado unos mechones para que ondearan al viento.
Me he mirado al espejo, con miedo y con ciertas excusas.
Y al fin.
He querido tanto guardarme la sonrisa que al estallar los labios los tenía teñidos de rojo.
La sangre ha dado color a mi piel.
Y han florecido los cerezos, como la primavera en cada rincón de mi cuerpo.
No se, entiendelo, quería sentirme.
Y he deshojado mi vida al compas de la tuya, creyendome adalid, ya sabes, te lo digo siempre de causas perdidas, yo misma.
Pero hoy he encontrado algo que no esta totalmente perdido y son las ganas. Vale si, el invierno las ha dejado inmóviles, desordenadas, descolocadas, apalizadas.
Pero mira quien soy yo para evitar que los rayos del sol que anuncian el inicio de la prrimavera quieran recomponerme, quien soy yo para negarme un poco de calor y alguna flor que otra.
Y es que me he recogido el pelo, me he pintado los ojos de rojo y me he enfundado en un vestido de flores que quien no tendría ganas de salir a la calle a bailar por mi.
Por que yo, no se tú, pero yo soy primavera.