Bailando en el agua sin pisar el suelo.
Sintiendo tu mar, tus ojos, tu vida, tu tempestad...
Sintiéndome segura,
sintiéndome libre.
Sintiéndome vida.
Sintiéndome como siempre soñaba, soñaba contigo sin conocerte.
Vivía contigo sin saberlo, en la infinidad de tus pestañas.
En el brillo de tus mejillas.
Ahora soy y no termino de creer como es posible ser la misma costilla, la misma dirección.
Polvo.
De estrellas.
De muerte.
De bestias.
Y eso somos calor intenso, cariño eterno y muchas ganas.
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