Cuantas veces os han jurado haber cambiado y lo peor cuantas veces lo habéis creído.
Falsa modestia, mentiras escondidas, no hay peor castigo que creerselo uno mismo y mayor condena que hacérselo creer a los demás, pocos.
Cuántas veces os han usado, os habéis sentido usados o lo han intentado. Innumerables, casi sin darse cuenta.
Y cuando tú mismo te crees tus propias mentiras y cuando te mientes a ti mismo, creyendo no necesitar y sin dejar de dar.
La vida, supongo; las personas, otro poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario