II

Volver a volver, saber que no estás y yo nunca estaré. No quiero contar lo mismo que ayer. Ahogar las palabras, quemarme la piel. Mis memorias me persiguen, de eso no puedo librarme. De lo que fui solo queda hueso y carne. Recuerdo lo que me dijo mi abuelo aquella mañana: "se puede perder la vista, pero nunca la mirada".

En paz.

Me parece precioso recordar días sin dolor ni guerra. Si no con cariño y ternura, aquellos días donde fuimos más que humanos, tenía una sonrisa nerviosa y el pecho caliente.

Hoy me tumbo un ratito en cada portal con recuerdos, en cada abrazo con frío, en cada bordillo con risas. Porque nos lo merecemos. Nos merecemos recordar de una manera serena y real las ganas de comernos el mundo, las ganas de demostrarlo. Porque podemos intentar volver a aquellos días, a aquellos saltos, porque tenemos demasiado vivido y nadie nos lo puede robar, ni el viento, ni nuevos recuerdos. 

Y eso es un regalo precioso, tener tantos rincones que visitar, aunque sea solo un domingo como hoy. Aunque el paseo no salga del día de hoy. 

Sombra.

Seguiré aquí, porque con el tiempo entendí que no me hace falta olvidar, odiar o reprochar.

Seguiré aquí porque no se puede escapar. Porque hay cosas necesarias, porque la brisa acompaña y ya no hay miradas.

Entre estas lineas como siempre, soy yo. 

Pluma.

Con el mar en calma se vive mejor, con los sueños encendidos y con la luna cuidándome.

Desde que estás ya no quiero ser otra cosa que no sea tu piel, desde que existes ya no quiero vivir otra vida que no sea la nuestra. 

Creo que es fácil de entender, eres mi punto cardinal en la tormenta. 

Llamas.

Mi vida fue escrita en una estación de tren con papel y boli y ganas de quemar al sol.

No soy quien para decirte que hay que hacer estando en pie. Soy casi más estrella que persona, fugaz, por supuesto. 

Siendo esclava de mi llanto me recuerdan aquellos cantos, casi ahogados, atragantados. 

Soy un poco menos que ayer y algo más que mañana, sin querer salir del hoyo, quedándome con la piel en llamas. 

Ni el tiempo.

Parece que el tiempo no ha pasado y que estamos ahí aún. Que lo podríamos hacer, que podríamos revivirlo, encontrarlo, cambiarlo, sentirlo. Parece que no haya pasado vida suficiente que nos haga no recordar cada sensación, cada olor. Parece que esta grabado a fuego y lo puedo seguir tocando en mi piel. 

Es increíble que aún pueda mirarte sin verte.

Que no ha pasado tiempo para saber decir yo ya. Porque creo que yo nunca y la montaña se derrumba sin yo poder hacer nada. 

Esa soy yo huyendo como siempre, de una espina clavada en un mundo que ya no es mio.

Hasta hace poco podría imaginar volver ahora solo me queda soñarlo. 

Nadie.

Golpea la lluvia en mi cristal, suena Pereza de fondo "4 y 26" las referencias son bastante exactas.

Como siempre que me invaden los miedos, sigo siendo la misma chica de ayer, aunque hablen de más. 

Creo que no he podido guardar los sentimientos más de dos canciones seguidas sin romperme en pedazos.

Creo que es bastante justo, creo que merezco que la lluvia no deje de caer y se empapen todos mis suspiros, que se ahoguen, que me ahogue. 

No se como sacármelo de dentro sin hacer daño, sin tirar demasiado... sin dejar nada enquistado, de nuevo. 

Tengo tantas canciones guardadas bajo llave y todas vuestras. 

"El día que no pueda más

voy a matarte
que me mate la pena...". 

Soy todo ese nudo de cosas que solo se ser aquí, donde no soy nadie.