Mundo

Peleo conmigo.

Quiero ser mi mejor versión. 

Me pides que deje correr los duendecitos por mi salón.

Me alejo y me duelo, yo solo quiero ser la mejor versión. 

Todo por ti, todo por el amor. 

Somos níquel fundido sobre un frio amanecer.

Soy rosas rojas esperando en la puerta. 

Un jardín como el que soñábamos, estamos siendo dueños del mundo. 

Ya has comprendido, cosa que estoy aun en proceso de ver.

Yo no sé si aún lo he visto claro del todo, o sigo arrancando flores. 

La verdad es que no se cuantas veces se tiene que partir en cachos para entender que las cosas no las controlamos, que por dentro somos otro al que no dejamos salir, por miedo, por rencor, por tristeza. 

Me he visto acorralada muchas veces por mi misma, por mi otro camino, luchando con dos voces que casi gritan lo mismo. 

Ya me entiendes, solo tú puedes ahondar tan dentro, tú que estás tan dentro de mí que a veces te confundo conmigo. 

Esa soy, dos calles más abajo de donde ahora estoy viviendo, tratando de buscar recuerdos.

Esa es la luna menguante asomando...y dando alas allá donde se necesiten. 

Porque en la vida tenemos muchos hombros, algunos no los vemos, pero entre el viento, entre los cantos que recorren las paredes, entre los muros que separan ahí aún nos podemos encontrar. 

Yo y la suave brisa. 

Desde que me cuidas.

El verano en calma, tengo los huesos rotos de correr y me besas.

Me besas tanto que puedo volar. 

Tengo la cara llena de agua de tristeza y palabras retumbando en mi cabeza, pero tú me besas. 

Me besas cada vez que hago algo bien, cada vez que lo consigo. 

Me besas sobretodo cada vez que fallo. 

Me besas, da igual cuando, pero no me dejas de besar. 

No importa que no lo entiendas.
Ni que no me entienda.
No importas.
Ni importo.
Todo pierde sentido.

No va a a ocurrir.
Ni soy ni tienes.
Y todo funciona asi.
Cuando creíamos que ya esta hecho.
Cuando todo se apaga.

No va a ocurrir. 

… Te haces bicho bola
Cuando hay gente nueva y no controlas
Y no ves el momento de salir... 

Desde que vives pegado a mi espalda mi vida se ha convertido en una de esas que se escriben en grandes libros.

Desde que vives soñando conmigo las metas se han acercado.

Desde que existes como casi todo, como casi nada, el remolino ahora gira con una dirección fija, la calma y la felicidad. 

Si soy.

Cuanto más me escribo, más me pierdo.

Más dejo de entender que tienen los días encerrados en mi pecho. 

Más salto a un vacío sin cadenas ni soporte, sin poesía ni esa vida que anhelo con miedo. 

A veces la miró desde un cristalito, alejado, empapado de preguntas sin responder, de vidas estancadas, avanza, me dicen mis fantasmas. 

Uniendo la línea de puntos que une mi constelación favorita, siendo soldados de una guerra perdida, escribiendo para que todo esté enredo de sensaciones sepa encontrar un camino a un destino sin nombre. 

Vientos de futuro.

Como a pesar de los años no se borran los peldaños.

El viento trae las hojas. 

La vida retorna en roja. 

Y somos, un poco más esclavos de un recuerdo olvidado. 

Y somos, alguien que ya no sabemos quién es.

Y sigo mirando el mismo sol de siempre. 

Y sigo pisando el mismo suelo de siempre. 

Y sigo viviendo la misma historia de siempre, aunque arropada. 

Y sigo leyendo en verso, entrelineas y muy lunatica, tanto como siempre. 

Porque la vida no deja de ser, ni yo me dejo escapar. 

C.

Últimamente están pasando cosas muy bonitas y las quiero disfrutar a sorbitos. Sentir que estas siendo tremendamente feliz y poder vivirlo es una bocanada de aire fresco, es el olor del mar y días soleados.

He entrecruzado dedos con un fantasmas. De esos que conoces aunque no hablen.

He conocido lugares con olor a sal sin ni si quiera salir de mi. El mar en los costados golpeando vidas que no he vivido.

Sonrisas pegadas a otoños en un verano áspero. 

Y el sol, pegándonos las sábanas por las mañanas. Así es la vida. 

Desde que mi nombre no tiene latido. Hasta que mi vida no tiene sentido. Esos somos, un carrusel de ilusiones.

Ese océano tembloroso, sin manos donde agarrarse somos extraños desde que no nos tocamos. 

vida.

"Uno es de donde llora, pero siempre querrá ir donde ríe."

Quizá me hubiese perdido. 

He vuelto a escuchar esa canción, susurrada por el viento.

He vuelto a cruzar esa esquina. 

Como si no hubiese pasado el tiempo, no iba a dejar nada fuera. 

Quizás...podrian aprender de nuestros aciertos y sobretodo de los errores que cometimos por el camino. 

Cerrar etapas.

Cerrar etapas te deja con una sensación de pérdida, con el anhelo constante.

Humo desatado y algo intenso, casi muertos nos sentimos sin rumbo.

El reloj ha pasado tan rápido. Han pasado tantas cosas. Hemos enterrado historias, creado cuentos, nos hemos bañado en mares, paseado por arena virgen.

He guardado todo en una maleta y he empezado la mudanza de vida. 

Así vienen las ráfagas de viento, llevándome lejos.