El viento trae las hojas.
La vida retorna en roja.
Y somos, un poco más esclavos de un recuerdo olvidado.
Y somos, alguien que ya no sabemos quién es.
Y sigo mirando el mismo sol de siempre.
Y sigo pisando el mismo suelo de siempre.
Y sigo viviendo la misma historia de siempre, aunque arropada.
Y sigo leyendo en verso, entrelineas y muy lunatica, tanto como siempre.
Porque la vida no deja de ser, ni yo me dejo escapar.
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