martes, 3 de diciembre de 2013

Que ganas.

Que empeño por ser felices, por disfrutar mas que nunca, por sonreír, por sentir. Que empeño por buscar lo perfecto, lo esencial, lo único, lo diferente.
Que empeño por saltar al vació sin paracaídas, para notar el impacto final, que empeño por vivir al maximo que nos hace sentir muertos.
Que ganas de lo imposible, de lo raro, que después de tanto empeño lo raro es igual, lo esencia es cotidiano, y el amor es locura.
Que ganas de sentir algo nuevo, aunque eso nuevo al final sea dolor.
Que ganas de comerte el mundo y al final el mundo te termina comiendo a ti.
Que ganas mas tontas por vivir, y yo aquí sobreviviendo a vuestras estupideces por querer demostrar algo que no sois por que ser diferente al final es ser igual. Que tal si probamos a ser uno mismo en vez de ser extraños hasta para nosotros. Que tal si nos conocemos antes de darnos a conocer, que tal si en vez de matarnos a vivir, vivimos sin mas sin prisas, sin problemas, sin preocupaciones, sin miedo a no dar la talla. Probar a sonreír por uno mismo y cuando tengamos ganas sin forzarnos, que tal si saltamos para tocar el suelo, y si para tocar el suelo, pues el cielo no es mas que una ilusión de lo alta que esta la felicidad, de lo difícil que es tocarla, en cambio podemos hacernos nuestro trocito de cielo aquí abajo, nuestros pequeños detalles total, para que quiero tocar el cielo, caer desde allí arriba debe doler. Prefiero pisar firme, aquí abajo, ser una mas entre esta multitud de gente tan diferente y tan igual, yo solo quiero ser yo, ni diferente ni igual, tan solo quiero vivir con lo que eso conlleve, por que al final solo soy alguien mas , que no quier tocar el cielo con la punta de los dedos, no, si no que quiere lograr un cielo, un trozo de felicidad en esta su pequeña odisea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario