domingo, 23 de febrero de 2014

Y entonces la vi, la vi reflejada frente a el espejo, me evitaba la mirada.
Empezó a contar cada una de las imperfecciones, en cada punto que miraba aparecía una, yo solo me fije en los labios resecos, y en esos ojos rojos e hinchados que clavaba en mi mirada, siguió viéndose reflejada y notaba por su expresión que no la gustaba aquello que veía, quería cambiar todo aquello, pero no solo por fuera, también se veía por dentro, y notaba la ausencia de risas internas, de hormigueó en el estomago, de liberación, pero no era capaz mas de ver una oscura y triste alma.

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