El corazón a media asta.
La vida entre las costillas que me entrecorta la respiración.
Los huesos a trozos.
Los ojos vendados.
La boca callada.
El alma escondida.
La sonrisa fingida.
Y es que hoy se ha muerto el olvido y he tenido que empezar de cero, como quien suspira por amor al amanecer y por dolor al atardecer.
Hoy han derribado las murallas del corazón y he besado palmo a palmo cada recuerdo de ti, por que hasta hoy no habia entendido que cada dia corro más y avanzo menos.
Como si infinitas cuerdas me uniesen aún a una vida de mentira, como si aun los pasos entrecortados que doy un dia si y un dia no me tirarsen cuchillos y...diana.
Vista al frente mi amor, ya es hora de continuar, sangrando, con las alas apalizadas y la sonrisa paralizada.
Mi cuerpo, roto por dentro y por fuera, se fue, me prometió volver con menos peso entre las costillas, menos peso a las espaldas, más recta y más entera. Me prometió.
Partió hace meses, vencedor nato, surcando los cielos que más tarde anhelaria recorrer contigo mi amor, recuerdo vano de un terrible aterrizaje que acabo con dos vidas menos y un corazón de más, de más pena.
Y ya ves, muerta de olvido.
Olvidada murió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario