Me duelen tus caricias no dadas, tu indiferencia.
Me duele tu marcha aunque te hayas quedado.
Me dueles.
Me inspira tu viento, me aterra tu intento, nulo, desprovisto de oportunidades y sentimientos.
Insensible mirada, cruda cruzada.
Y aquí deambulo, perdida, caída, lanzada al vacío como si de una vida desplomada
se tratará.
Y me duele.
Me duele una noche mas abrirme el corazón y que me dispares en el centro sin ningún temor, aquí continuamos yo tendida sobre un mar de dudas, tu alejándote cada vez mas en el oleaje.
Llegamos a puerto...pero no a buen puerto.
Llegamos a tiempo, pero perdimos el miedo.
Somos a veces el vuelo de un pájaro, otras su caída. Que a ti te da lo mismo y a mi ya no me importa.
domingo, 29 de abril de 2018
Muerte de olvido.
lunes, 16 de abril de 2018
Todo.
No se que decirte...pero como quema.
Hoy se han roto las últimas miradas que nos quedaban.
Bajo mínimos estoy. No se controlar la situación. No se, en general, ser como soy.
La luna se ha escondido porque no quiere verselas conmigo, no quiere un tú a tú, un cara a cara. Porque pica.
Pero ya están saliendo las flores de los cerezos, se avecina...no lo ves, en los poros de la piel.
Comienza, me despeina.
Contra la pared sin otra oportunidad, sin dejarme disfrutar.
Todo vuelve.
Se deshace.
Se revuelve.
sábado, 14 de abril de 2018
"Tienes unos ojos grandes".
De vivencias.
De insomnio.
Tendría que tener más horas el día o menos yo.
Porque me vuelco, aunque nunca cierre los ojos, aunque no puedas apartar la mirada, porque duele.
Mira como salpican los sábados, mira como destruyen los lunes.
Mira como se salva un viernes.
Aunque no puedas ser más entera porque revientas, aunque no puedas ser más frágil y estatua.
A 15 kilómetros del suelo, a 15 segundos de que acabe.
Todo, un día más porque tiene demasiadas pocas horas para poder conmigo.
viernes, 13 de abril de 2018
Vacío.
Te has perdido tantas veces, que siempre esperaré que vuelvas, como si no fuese la última vez.
Me voy a quedar toda la noche pensando que mañana vas a volver y es que todavía no te has ido.
Sentía un cosquilleo que ha ido cayendo hasta desaparecer, hemos bajado la persiana y hemos gritado que el silencio es nuestro mejor aliado.
Aunque no vuelvas. Aunque no te vayas nunca.
Es un colibrí.
Es un viaje sin billete.
Es una vida.
Es un hueco en el pecho.
Es una lágrima a medias.
Es otro día, con más ganas o más miedo.
Es todo lo que se lleva el viento, el tiempo y si no se convierte en acero.
He cerrado la puerta 547 veces y parece que está, no será.
Estoy despedazada por la habitación, me he cantado una canción desordenada y he creído volver a vivir, pero solo era un simulacro. Solo era un aviso.
Me araño, me extraño.
Me
vuelvo
a perder.
domingo, 8 de abril de 2018
T.
Te diría todo lo que te quiero a todas horas, pero no quiero que te canses de oírlo.
No quiero que te ahoges, no quiero.
Pero te quiero.
Aunque me de miedo decírtelo. Aunque no te lo deje de decir.
Aunque me pause. Por ti.
Te quiero.
sábado, 7 de abril de 2018
Áspero.
No se como gritarlo, ni en sueños ya me sale la voz.
Me duele el pecho de soportar tu peso, no se por qué sigues aquí, no es tu lugar, no es tu vida.
Te he llegado a odiar hasta un miércoles por la tarde y tú no lo entiendes. Y tú no lo sabes.
No me gusta verte pasear bajo la lluvia como que no pasa nada, como que ya ha pasado todo.
Y tú me conoces, casi no me has visto pero me conoces, me quieres tan lejos como yo, pero permaneces cerca.
Te he gritado, sin voz, que te marches que por favor lo dejes ir, que por favor lo dejes.
Desde que has vuelto todo esta áspero, yo estoy seca.
Yo estoy
muerta.
martes, 3 de abril de 2018
Tengo.
Tengo la barriga llena de miedo.
De olores a frambuesa.
De toboganes.
Tengo el alma llena de caricias.
Algunas sin dar.
De golpes. Algunos de placer.
Tengo el corazón lleno de baches.
De canciones.
De sábados.
Tengo la vida llena de ti.
De ansias.
De sueños.
Algunos cumplidos.
Tengo una estrella llena de luz, tengo un sol lleno de calor, tengo un día lleno de oportunidades.
Tengo todo lo que quiera tener. Aunque a veces se me escape.
domingo, 1 de abril de 2018
Goliat.
No creo que sea correcto.
Es más, lo tengo clavado en la garganta.
Pero para que gritarlo.
Hay que destruirlo, antes de que me destruya. Otra vez. Paralo.
De una maldita vez, acaba con ello(s).
No lo ves, no eres ciego, eres un descerebrado. O bueno, no tienes corazón.
Quizá se esta mejor sin él, sin el invierno digo. Sin la lluvia. Sin el resquemor.
Se esta mejor sin mi.