sábado, 7 de abril de 2018

Áspero.

No se como gritarlo, ni en sueños ya me sale la voz.
Me duele el pecho de soportar tu peso, no se por qué sigues aquí, no es tu lugar, no es tu vida.
Te he llegado a odiar hasta un miércoles por la tarde y tú no lo entiendes. Y tú no lo sabes.
No me gusta verte pasear bajo la lluvia como que no pasa nada, como que ya ha pasado todo.
Y tú me conoces, casi no me has visto pero me conoces, me quieres tan lejos como yo, pero permaneces cerca.
Te he gritado, sin voz, que te marches que por favor lo dejes ir, que por favor lo dejes.
Desde que has vuelto todo esta áspero, yo estoy seca.
Yo estoy
muerta.

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