miércoles, 6 de diciembre de 2017

Auxilio.

Pedía auxilio.
A gritos. (De silencio).
Mi mirada aclamaba ayuda. Nunca llego.
Nunca te fuiste.
Necesitaba oxígeno continuamente,
era/es una enfermedad crónica.
Necesitaba ayuda, ahora me doy cuenta, lo único que pedía era que me sacaran de allí, que me acariciaran las heridas.
Que me hicieran ver que no era normal.
No tenias que haber vivido tantas cosas, no tan joven.
No tenías que haber sentido esa raja en el pecho, no tantas veces.
No tenías que haberle conocido, no, no.
Perdoname por fallarte, debería haberte mandando ayuda, eras tan pequeña, lo hiciste genial todo excepto una cosa.
Debiste cerrar el cajón, dejarlo todo en ese abril frío.
No tendrías que haber vivido como lo hiciste, no tendrías que haber llorado tantas noches seguidas.
No tendría que estar escribiendo esto.
No deberías haberte sentido culpable.
No deberías haberte dejado la piel y la vida en mentiras, traiciones y veneno.
Y si no deberías, mi niña por favor, no debes hacerlo ahora tampoco, no me hagas volver a escribir esto en unos años, corre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario