Sentido.

Todo tiene sentido.
El rojo de tus mejillas ya me lo decía.
El sol que tienes colgando de las pestañas.
La risa que sale de tu pecho, casi sin querer, casi queriendo.

Tienes eso que todo el mundo quiere.
Vienes del planeta más lejano y te has quedado a vivir en un sitio pequeño y desordenado.
Todo está empezando a cobrar sentido.
Incluso yo.