Nunca te dejaron ser ni la mitad de lo que querías ser.
Nunca fuiste más.
Ni llegaste a tocar el cielo con los dedos.
Siempre lo tuviste que pedir.
Siempre tuviste que dejarte la piel y aun así...no, nunca.
Tenías el corazón cansado de querer.
Fogonazo.
Disparo a quemarropa.
Muertos.
Eso tuviste que hacer.
Para ser el doble de lo que querías ser.
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