No sabes de que color son las flores que me están naciendo en el pecho.
Ni cuanto me duran las tormentas internas.
No sabes como me despierto a las 4:36 todas las noches sabiendo que si no, será menos, que si si, será estreno.
Pero todo está menos claro.
Más amargo.
Más extraño.
No son más que coincidencias etéreas.
Sin penas.
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