Tengo ganas de ser cafe con hielo y polvo en el miedo de no usarlo.
Tengo ganas de ser estrellas fugaces sin fin.
Desde que tengo la vida en orden está más desordenada que nunca.
Desde entonces las costillas no me pesan, el sol no me quema.
Y todo esto no tiene explicación.
No tiene porque.
Solo tiene piel.
Tu piel.
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