Sales de aquí a 800 kilómetros por hora y es que no hay túneles mas profundos que los que siento por dentro.

Pies de plomo pequeña.
Que ya te han hecho andar otro camino alguna vez.
Que ya te han dejado en medio de la nada rota y casi sin provisiones.
Y todo tu alrededor no tiene ni idea.
Y el viento que te roza la cara está cansado de secar lágrimas.
Y los parques.
Y los otoños.
Y cuando todo se pone patas arriba y no sabes salir de allí.
Ve despacio.
No te extrañes.
Por favor.

Colección.

No lo quería creer.
Pero salió de tu boca.
No me lo quiero imaginar.
Pero te veo.
Y me vuelca el corazón.

Todo está borroso y menos mal.
Todo está en trozos desde que la besaste. Y no lo quiero pensar.
Todo está fuera de lugar y en la misma dirección de siempre.
Otra cama.
Otros labios.
Otras sensaciones.

Mientras te pasan por encima los días.
Se pasan por su cama las vidas ajenas.
Excusas.
Olvidos.
De tanto jugar con fuego has quemado la casa donde vivíamos.
Los recuerdos que teníamos.
Los planes que no hicimos.

No me lo quiero imaginar, pero ahí está.
El amor tumbado en otra cama.
Las ganas tiradas en mitad de una carretera secundaria.
Otra vez.

Piel con piel.

Han crecido flores de nuevo en el jardín.
Te estoy escribiendo muchas cartas de amor.
Declaraciones bajo un balcón.
Ganas de que esto no acabe.
No eramos más que polvo, ceniza y ahora somos un incendio.
Que la tormenta no nos moje, resguardate bajo mi roto corazón, que lo estas cosiendo con aguja e hilo gordo, con besos y sonrisas.

Me gustas hasta sin mirarte.
Me matas hasta sin tocarme.
Piel con piel.

Si alguien me escucha.
Estoy pidiendo ayuda a gritos de silencio.
Salvenme.

Tengo un pájaro muy triste en el pecho que habla por mi.
Un agujero que respira por mi.
Unos dias que pasan por mi.

He dicho cosas en voz alta que ni yo pensaba que eran verdad.
Se han convertido en piedras y me las he lanzado a mi misma.
Como siempre, como duele.

Las vidas que sean necesarias.

Te acabo de tirar por la ventana y he gritado tu nombre lo más alto posible por última vez.
Nunca te has cansado de hacerme heridas, de no saber soltarme, de no saber cuidarme.
Me dueles menos tú y me duelo más yo, porque llevo de luto años, por mi misma sin saber salir del laberinto.
Me sangran hasta las raíces.

Me llora el alma, por última vez.

Tenía los ojos llenos de ilusiones y las manos llenas de vida.
Y así nos va.
Estamos todos tristes, muy tristes.

Desnuda.

Intentas que no te duela pero en carne viva todo quema.

me dueles.

Échame una manta al corazón y deja de tirarme piedras.
Túmbate conmigo sobre el frío musgo, que se me están helando los huesos y he perdido la voz de chillar.
Tira abajo la puerta que no me deja escapar de estas cuatro paredes y de los mil demonios con los que estoy encerrada.
Estoy tomando malas decisiones y ahogándome en mi llanto.
No eras tan importante ni tan frágil.
No era yo tan ruda ni tan fuerte.
No eramos más que el viento que sopla certero sabiendo que acabará arrasando con(migo) todo.

"¿Sabes lo que más duele en un corazón roto?
No ser capaz de recordar como te sentías antes."

Sangro a mares.
No tenemos el alma preparado.
Ni los sueños.
Ni las ilusiones.
Todo acaba desperdigado por el suelo.

(me ahogo)

Me siento desnuda.
Sin ganas de avanzar, ni de que pase el tiempo.
Que el reloj se pare hasta que me arregle.
Estoy cogiendo los pedazos del suelo a pesar de estar viendo como se aproxima el próximo golpe.

No te quiero decir que lo siento, porque no es así, no soy asi.
Soy las piezas de un puzzle que no saben donde encajan, mírame a la cara, sácame de casa.
Aparece de entre las ruinas como siempre  y ayudame a reconstruirme, niña, sácame de esta como siempre.
Si te hablo a ti, a la que acaricia mis heridas, a la que se ríe más alto, a la que no deja de repetirse que no una y otra vez, a la que me cuida los días grises.
A la que me llena el corazón cuando lo vacían.
Vamos niña, tú has sabido sacarme del pantano, de los martes sin salida.
Aparece y lanzame volando por los aires.
Cuidate, tú misma y no te dejes ir.

Te diste cuenta de las cosas.
Y las dejaste apartadas en un rincón como si por hacer que no existían fuesen a desaparecer.
Y aquí estoy dándome de cabezazos contra la misma pared de siempre.

La misma tonta de siempre envuelta en el mismo mar de dudas.
Todo está como siempre patas arriba.
Y siempre y siempre.

Hasta que es nunca,
y se acabe.

No me da miedo abrir mi corazón y que este grite a los cuatro vientos todo lo que siente.
No me das miedo.
No me doy miedo.
No es miedo.
Es rabia, es que no voy a dejar desnudo mi corazón mientras lo empapas a tu gusto y te vas saltando en los charcos regocijandote de dejarme lo más triste posible.

Y es que sé que solo merecemos a quien nos quiere ver felices por encima del mundo.

Aire.

Me da miedo no pisarte los sueños y decirte que de aquí no te mueves.
Estoy aprendiendo aún a cerrar los sentimientos como un libro y a esconderme los miércoles por la noche porque me comen los miedos.

Hemos arrasado con todo y yo me he quedado en los huesos, ya no se como regarnos y nos estamos marchitando...

Hasta un suspiro me araña.

Bucle.

No es que quiera ni que deje de querer.
No eres tu en todos los sentidos.
No somos ni nosotros.

Estamos andando un camino que no nos lleva a ningún sitio, pero estamos llegando al final.

Todo se bifurca, todo se estremece, los árboles nos están llorando alrededor y no podemos dejar de girar.

Jardines.

Por tu pelo desenfadado me descuelgo como un suicida.
Sin miedo a morirme en tus pestañas y a dormir en la comisura de tus labios.
Aunque no me dejes columpiarme en tus sueños ni desordenarte la vida, estoy entrando en la habitación que tienes en el centro del pecho a pasitos y sin hacer ruido.
Quiero ver tus ojos entremezclados con la hojarasca de todos los bosques a los que te quiero llevar.

Me sobra el tiempo
y las ganas.

Ahora mismo no se ni quien somos. Nos perdí la pista hace un tiempo.
Y no soy capaz ni de recuperarme, me duele la garganta de tenerte atravesado.
No veo llama ni luz en tu mirada.
Todo esto se ha convertido en cenizas, en polvo.
Y no voy a hacer nada por salvarnos.

Te gusta saltar y esconderte.
Y a ella hacerse la sorda.
Litros y litros de pena
Y no se porque me sorprende.
Pero ahora elegiré volar.

Todo está más tranquilo y mi corazón tiene calma.
Y todo está más oscuro.
Todo se apaga.
Morimos.

Como me haces falta aunque no se aún si existes.
Pero si lo haces, si me estas viendo, hazme una señal.
Dime que vas a llegar, que estas en camino, que lo arregle todo.

Si vas a venir por favor, date prisa, que esto se está hundiendo.

(Lo dejaría todo por ti.)
Estoy casi segura. Me tiras de la lengua me haces temblar y pensar. Me mueves me alborotas. Me aprietas la vida. Así eres. Rápido y silencioso. Nadie te conoce. Sólo mis días más lejanos se acuerdan bien de ti. Y yo no he dejado de quererte ni un solo día desde que te conocí.
Todo está más oscuro ahora, es normal, supongo que el invierno lo tiñe todo de gris, que por mucho que te guste nos cala dentro y nos deja los huesos fríos.
Pero ya llegará como llega todo...la primavera o no.
Cuando florecen los jardines, cuando todo este más tranquilo.
Si quieres quedarte quedate, tengo muchas cosas que ofrecerte, sino lo podemos dejar como un sueño que recuerdas nada más despertar pero que a lo largo del día se nos va olvidando, nos podemos soñar todas las noches aunque al final del día no me recuerdes.
Puedes elegir no elegir, saber que puedes pasearte por mi vida siempre que quieras o puedes elegir la tormenta más placentera de la historia.
Estoy casi segura, pero te lo diré otro día.

Out

Revolucionalo todo por favor.
Salta en cada esquina de mi vida como si tuviésemos la corta edad que anhelo.

Vamos lanza las cosas innecesarias por la ventana y gritame que todo está acabado.

Que vamos a empezar por tirarlo todo abajo. Que vamos a construir sin planos.

Rompe las reglas, sácame de casa los miércoles por la noche.
Hazme reír.
Hazme olvidarlo todo.

Sácame de aquí.

Me duele el centro del pecho.
Me duele mucho.

Me está costando respirar y hacerle frente esta vez.
Me da miedo el paso del tiempo, me está dando mucho miedo vivir.

Dime por qué estas viviendo en mis pestañas y largate. Déjame vivir.

La angustia me está consumiendo.
Cada vez me falta más el aire. Cada vez me entiendo menos.
Ven a salvarme.

Me cuesta cerrar etapas.
Saber que ya no pasaré de igual manera bajo estos árboles que me protegen.
Que estoy creciendo. Que el tiempo pasa.
No espera a que este preparada y tampoco quiero estarlo.
La risas resuenan alto pero después de meses sin veros.
Nos fundimos en abrazos pero me duele.
Tener el corazón dividido en dos amores, en dos casas.
Pero no puedo dejar de caminar.
No te puedes quedar estancada aunque lo desees.
Nada ha cambiado pero ya nada sigue igual. El tiempo pasa por encima.
Y la bruma puede con todo.
Y todo cambia. Y todo avanza.

Ojalá

Ojalá fuésemos una risa constante.
Un parpadeo.
Un hilo que da la vuelta al mundo.
Ojalá fuésemos polvo de estrella.
Una canción olvidada.
Los versos de un poeta.
Ojala fuésemos felices.
Ojalá volasemos.
Ojalá existiesemos.

Late

Mis ojeras te conocen.
Y mi vida está cansada de este insomnio.
Acaba el cuento rápido.

D(espacio).

Me dueles cada día menos y me gustas cada día más.
Como el cafe y las noches sin dormir.
Como los jardines sin flores pero con brotes...que algún día, que en alguna vida.
Me pica el sol en las mejillas y ya se esta despidiendo, como le digo adiós a lo que tanto me ha dado y me quedo con el alma vacia antes de haberme llenado.

Te estoy abrazando en silencio y acariciandote los días en la distancia. Estoy mejor.
Estoy esperando, sin dejar de caminar por si te das la vuelta y quieres navegar.

Fuerte y capaz.
Feliz y entera.
Con ganas y consiguiéndolo.
Así me veo.
Y así lo voy a hacer.

Best.

Me cruzo con nuestro recuerdo, primer banco a la derecha o el último donde el sol iluminaba mis pupilas.
Adrede paseo por cada uno de ellos, hasta que lloro por dentro.
Todo está más entero, menos tú y tus ganas de no verme.
Tengo clavados bien dentro los porcentajes y todas las sonrisas que ya no me dedicas.

Veintiséis.

Huele a miel.
Tengo los ojitos cansados y una escalera que no se a donde me lleva.
No quiero sonarte repetitiva pero volvería a conocerte una y mil veces.
Desde entonces tengo la vida inundada de girasoles, de cartas escritas a máquina y de una forma de querer muy tuya.

No quiero estallar en mil pedazos pero estoy a cuatro risas de hacerlo.
Y no quiero.

He encontrado tu cuerpo tirado en una carretera comarcal.
En pleno mes de octubre.
Cruel.
Pero esta llegando el invierno.
Y me estas dejando helada.
Y te he dejado allí, sin mirar hacia atrás.
Sin mirarnos por última vez.

Pain.

Un agujero en la vida, en el centro.
No me deja avanzar en ninguna de las direcciones.
Y tú solo eres tú y yo no se quien soy.
Pero me da miedo perderme o que no me encuentres.
No quiero sentirme así y ni si quiera se si  quiero sentir.
Una bala en el pecho.
A destiempo.
He perdido la fe en todo lo que me has dicho alguna vez.
Y todo esta cuesta abajo.

Tienes los ojitos color carnaval y una risa atronadora.
Me deshaces los lazos, me bailas los vientos, me enredas el pelo y te vas.

...

He pasado por nuestro banco. Uno de tantos.
Y he frenado, he bajado el ritmo.
Todo esta en standby.
No hay nadie a su alrededor que haga como que no pasa nada. Solo yo.
Mirandonos, como si no hubiesemos cambiado.
Y lo único que puedo hacer es pasar de largo. Sobrevivir y volver a revivir.
Ahora me perecen los lugares más horribles del mundo, aunque me quedaría viendonos un ratito más.

No me importa el hecho de ser lo que somos sin llegar a serlo.
Ni los desplantes.
Ni las pérdidas.
Todo lo que tenía a mi alrededor se ha esfumado, todo menos yo.

Frío.

Vivo con un tú constante que no me deja ser yo ni una sola vez.

Te veo enamorado.
Y siento no haberlo visto antes.
No haber sabido localizar tu mirada.
Enfocar tus sentimientos.
Te veo ilusionado y eso visto desde fuera es bonito.
Ahora lo entiendo.
Siento no haberme dado cuenta, de como posas la mirada en sus ojos, de como brillas.
De como temes repetir la historia.
Pero cuanto me alegro.
Ahora lo he entendido.
Las cosas cambian, te enseñan, te visten y se van.
Nunca te llegará la carta que te escribí y si lo hace nunca la entenderás.
Pero yo ya lo he entendido, he recogido mis cosas y he salido de nuestra casa sin hacer ruido.
Todo se ha quedado allí.

Vas entendiendo las cosas.
Y te cala menos.
Por mi.
Dejas atrás posibles jardines.

Y todo sienta mejor.

Otoño.

Dejando pasar las cosas que me pasan y así voy.
Perdida por dentro como siempre.
Con un agujero en el pecho y recibiendo lo sientos.
Y es que que me importará, si solo sangro unos días al mes, metafóricamente hablando.
Y es que no creo que te interesen las cosas que me pasan ni los días que me paso.
Un otoño más viendo como el viento por dentro es insostenible, que me va a tirar abajo todos los pilares y que no hago otra cosa que dejar que me llueva encima.

"Y si me hubieras encontrado limpia,
sin mala conciencia,
sin pena en el sueño,
sin mordiscos de otras arraigados en mis hombros.

¿Me habrías bañado de madrugada,
lamido las legañas,
peinado mi insomnio,
acariciado mis manos arrugadas con tus dientes?

Y si me hubiera vestido
de algo parecido a ti,
si te hubiera mentido contándote mis verdades,
si te hubiera dicho que eras la única
y no la primera.

¿Me habrías desnudado con los ojos cerrados
y las manos expertas,
besado mientras te hablaba de mi vida,
igualado en el pedestal
tu nombre y el mío
y hecho de este un amor a la par?

Y si me hubiera vendido
como el amor de tu vida,
si te hubiera comprado
como el amor de la mía.

¿Nos habríamos enamorado
como quien se quiere a sí mismo
queriendo a quien ama?"

Recorrido.

De haberlo sabido te habría besado en todas las esquinas por las que pasamos.
De haberlo sabido te hubiese dado la mano hasta los martes por la tarde.
De haberlo sabido...todos los días habrían sido sábado.
De haberlo sabido...nadie sabria que surcaría los mares por ti.
De haberlo sabido habría dormido en tus pestañas, vivido en tus oceanos, saltado de tus pómulos.
De haberlo sabido, no te habría dejado ir.
Pero no lo supe.

Me gustaría hablarte de los días grises de lo que te han gustado toda la vida.
Me gustaría hablarte de mi, de como me hago una bola en la cama, de que siempre me quemo comiendo pizza.
Me gustaria hablarte de lo que voy a echar de menos el sol.
De lo que te voy a echar de menos.
De que esta llegando el frío y quiero ir recuperando la media sonrisa.
Quiero hablarte sin decirte nada, mi niña.
Me gustaría arroparte cada noche y que no perdieses ni un segundo en pensar cuanto te voy a cuidar.

Let it go.

"Solía reconocerme a mí mismo,
es gracioso cómo cambia el reflejo.
Cuando nos convertimos en otra cosa,
creo que es momento de irse.
Intentando meter tu mano dentro de la mía, cuando sabemos que no encajan.
No hay fuerza en la Tierra que pueda hacer que esté bien.
Intentando empujar este problema colina arriba cuando es demasiado pesado de sostener, creo que ahora es el momento de dejar que se deslice.

Así que vamos, déjalo pasar,
solo déjalo,
¿por qué no ser tú misma?
¿y yo seré yo mismo?
Todo lo que se ha roto,
deja que le de el aire,
deja que las cenizas caigan,
olvídate de mí."

Corre y si puedes no dejar rastro hazlo.
Acelera el paso y deja los gritos atrás.
Deja que la vida te consuma.
No pares.
Por favor sigue corriendo y alejate.
Tienes que llegar ya, estas a punto de estallar.
Rompete.
Mira como se desliza. No aguantabas más.
Corre. No escuches.
Dejate caer.

Hazme una señal.
Que me ayude a comprender.
Que me ayude a nacer.
No se como no has sentido mis pupilas aún, el cansancio, la caida.

No soporto más el peso de mi cuerpo, no soporto más el frío.
Doy vueltas en circulo y acabo llegando a la misma pared llena de cal.

No soporto más tu ausencia, tu envuelta.
No.

Ojalá no tuviesemos memoria.
Te podrías quedar a medio camino.
Perderte.
O dejar que te pierda.
Estoy intentando salir, buscarme y dejar de ahogarme.

El día se ha tornado gris y no he querido ni mirarte a los ojos, como siempre me he escondido en la última habitación de mi vida hasta que te vayas.

Nuevo.

Ver las cosas con calma.
Notar que todo va fluyendo.
Que ya no me duele tanto el pecho.
Ni verte.
Ni no verte.
Aunque aún no se ni como, ni el modo.
Pero siendo capaz de volver a ser y no contigo.
Aunque tampoco quiero sin ti.

No puedo sangrar por todas las costillas.
Ni tener el corazón más mal cosido.
Me duele no saber cuidarme.
No saber mantener la calma.
No saber gestionar los días, las palabras.
No puedo conmigo.

No sabes bien ni lo entiendes.
No se pensar.
No se sentir.
No se ser.
Actuar.
Saltar.
Brillar.
No se decidir.
No se arriesgarme.
No se vivir.
No tengo la menor idea de que quiero ser.
De que quiero que seas. Aparte de un recuerdo.
Un sueño, de esos que sabes que han sido bueno pero no recuerdas.
Buscate la excusa más tonta para convencerte.
Empieza a escribir la carta.
Se que me has visto sangrar, pero se avecina tormenta y lo va a limpiar todo.
Me gusta sentirme viva, después de la tormenta.
Me gusta sentir la luz, la brisa que corre entre la distancia que hemos puesto entre nosotros.
Me gusta medirme y pasarme, o es que no me queda otra.
Me hastia no ser capaz de llevarlo, sobrepasarlo.

Se me cierran los ojos, me quedo tendida, todo se ha esfumado.
Y no se por donde te has marchado.

Dejarlo pasar.
Se tiene que ir.
Contar.
Se acabó, definitivamente.

He pasado por los sitios en los que fui feliz, contigo, sin querer y borracha.
Y me ha dado un pinchazo y he huido.
No me quiero encontrar sin ti.

Ojalá me encontrarse con tus ojos color carnaval por las noches.
Ojalá te pudiera decir toda la verdad.
Y es que no quiero dejar de quererte.
De mirarte desde lejos.
De querer que estes, de que ojalá me quieras.
De que ojalá me acompañes a vivir.
Un día tras otro, sin miedo, dímelo, hazlo conmigo.
Vivir en un sueño, aunque no estés.

...

La llama no se apaga por más que echo agua.
Llega la calma.
Me parte el alma.
Una de cal y otra de arena.
Montañas de cal, te dejan el cuerpo seco.
Apaga el incendió que hay dentro de mi.
Apaga las ganas.

Pequeña sonrisa....me tienes calado.

Aún no he conseguido ver tu sonrisa y no partirme por dentro, que se me caigan los ojitos y se me borre el nudo.
Y es tan bonito que ojalá nunca se me pase.

No sabes bien.

Soy la cara oculta de la luna.
La noche de las mil y una noche.
El cielo despejado del invierno de León.
Las mañanas sin alarma.
Las vueltas que da la vida.
Soy lo que quiera ser y todo lo que ya he sido.
Soy muy mia, muy estrella fugaz, muy tuya siempre y cuando no lo sepas.

Eres tan frío y duro que si te lanzase contra el suelo te partirias en mil pedazos.
Y eso he hecho. 

Le he preguntado al viento que por qué no me quieres, por qué no me miras.
Por qué has dejado de ser, pero sigues existiendo.
La retaila se acabó hace tiempo y lo estoy entendiendo.
Que este no es el momento y tú eres de cemento.

Arde.

Quiereme despacio.
Recorreme.
Desvisteme.
Curame.
Acariciame.
Desata el nudo que me nace de las costillas, desatame la vida que tengo amarrada al cuello.
Liberame. Surcame.

Entiendeme.

"Ojalá nunca hayas leído nada de lo que te he escrito, porque me destrozaría saber que a pesar de eso no me has buscado". Benedetti.

Apaga la luz, no ves que
estamos secos.

He dejado de besarte las mejillas y tengo la vida a trozos.

Estoy esperando un milagro que nos saque de esta. 
Estoy bañandome en tus ojos, colgando de tus pestañas, durmiendo en el centro de tu pecho aunque no te des cuenta.

Y todo se esta hundiendo, bajo el manto del otoño.

2:24

Cuando quiero de verdad lo hago con el corazón de par en par.
Y aquí estoy encharcada por dentro después de la tormenta.

Te
echo
de
menos.

Tanto, que los días han dejado de pasar.

Todos tenemos una debilidad.
Le miras y se te caen los ojitos, piensas ¿por qué?, se te nubla el corazón.
No quieres pensarlo pero ahí esta.
Tú extrañado.
Todos en un bucle.
Fin del mundo.

Arriba.

Respirando y soltando peso te encuentras mejor, caminas mejor.
Ya soltaste todo el lastre, haz las paces contigo misma, perdonate por tropezar en la misma piedra tantas veces.
Que nadie que no vaya a disfrutar de ti condicione quien eres.
Que nadie sea quien guíe tu vida, tus días.
Levantate, llevas días encerrada en ti, llevas meses sintiendote culpable.

Tu siempre ganas.
Ganas vida, ganas ilusión.
Has sonreido y has abierto todos los mares del mundo. Perdónate.
Te mereces estar donde estás.

Tú dime que no sirvo, que estorbo.
Que ya te haré reir y se partirán tus días de arriba a abajo. Ya florecerán las flores, ya saldremos a gritar que todo vuelve.
Y todo cambia.

Todo explota.
Se rompen los huesos.
Se parte el alma.
Todo se acelera.
Sales de tu cuerpo.
Te besas, te acaricias.
Y como un ave fenix...todo comienza.

Tengo ganas de días grises que hagan juego con mis ojos.
Tengo ganas de deshacer el nudo que tengo en la garganta.
Tengo ganas de ganar, y no ser yo la que lleva el timón de todo esto.

Tengo ganas de acabar contigo, de convertirte en olvido y que el viento se lleve todo lo que tenia previsto que fuesemos.

Abrazame fuerte. Que se estan acabando los días y me da miedo no despertarme a tu lado.
Abrazame como cuando nos comía la luna, en un verano eterno.
Abrazame, desde tan lejos. Como tan cerca.
Y se mi faro, se mi guía, se mi vida. 

Calma.

No se como se viven los días.
No se como gritarle al puto viento.
No se como no rendirme.
No se como aprender a verte.

Leete entre lineas por favor. No se si le estoy escribiendo a tu recuerdo o al maldito tiempo.

Que os jodan, a todos los que apostais al todo o nada, ganando.

Que os jodan, a los que salís un día cualquiera y sois capaces de volver enteros.

Que te jodan, a ti, a tu puñetera manía de largarte de mi vida, que te jodan.

Que hacer de tripas corazón es más sencillo si se me olvida que los lunes existen, que tú existes y que las noches en las que me persiguió la luna han dejado de ser noches.

Encerrar el corazon bajo llave, tirarla al mar más profundo y salir corriendo. Como si así nunca me fueses a encontrar.

Como si así nunca nos volvieramos a cruzar.
Todo era más facil, hasta que se cruzan unos ojos color carnaval. Y todos se rien y todos bailan, hasta que ven los pedazos esparcidos por el suelo, los quizá, el tal vez...los "nos volveremos a ver...".

Hay cosas que tienen que pasar, para poder sentir.
Sentir y lanzar palabras que pinten las paredes de mi alma.

Nunca en calma.
Pisoteada.

Quizás algún día te confiese que todo fue por ti.
Que todas las miradas eran tuyas.
Que todas las razones las negué.

Te confesaré todo, cuando no quedé nada.
Cuando no pueda más me verás sangrar.

%

Sabes que he aprendido lo que significan los gestos que haces con las manos, porque es lo único que me dices.

He aprendido que me miras sin verme.

Que me quieres sin querer. Que al viento le jode no vernos juntos, pero que las elecciones son duras.

No dejo de escribirte, a ti, porque no puedo hablarte, no debo.
Se que todo te suena a cuento, que demuestro que es cuento, que demuestro que no cuento.

Me duelen todos los bancos en los que dejamos de sentarnos.
Algún día, de casualidad, con la corriente del rio, fluimos.

Te escapaste de mi sueño la otra noche y aun siento que te rocé...como que no queremos ser y no dejamos de romper.

Ojala un dia me pilles mirandote, de golpe.
Y te salten los recuerdos.
Y te rompas los huesos.

Y me digas que siento.

Tiene que haber un día. Un día al año. Un día en tu vida. Aunque solo sea uno.
En el que me eches de menos.

En el que me quieras curar las heridas. En el que quieras dar marcha atrás.
En el que entiendas porque debiste permanecer.

Debe haber un instante, en el que todo accione y entiendas que la decisión fue erronea. Que dejamos de ser, que dejamos de vernos.

Tiene que haber un solo día en el que me vuelvas a mirar a los ojos.

Fundida.

Extremos opuestos. Me duele la sonrisa de no habertelo dicho antes y lo siento.

No tengo derecho, ni futuro, me escapo poniendo la excusa más tonta del mundo para no mirarte a los ojos.

Ya es tarde, lo advertiste, pero es que hay cosas que llevan su tiempo y cosas que no estan en su momento.

El sol me está quemando la piel que ya no tocas y lo siento.
Y espero, por si acaso un martes cualquiera resucitas y te puedo enseñar mi nuevo lugar favorito.

Y te encuentro, más feliz que nunca, tan como siempre. Y yo no se si contarte que nada ha cambiado o dejar que llegue el frio invierno.

(No se donde quedó ni el 5%...)

Voy y vuelvo, porque no me importa.
Pero vuelco.
Y un millón de ojalá.
Y un millón de no vendrás.

He apostado todo al negro, aún sabiendo que irá mal.
Pero ha amanecido y me crecen los sueños, se me cierran los ojos, se me nublan los peros.
Te has derrumbado tirandome por tierra todos los dias que no fuimos felices, ni libres, ni dueños.

Te has ido o no has vuelto, pero hoy todo vuelve a comenzar.

Claro que no va a estar al girar la calle.
Ni todas las expectativas se van a cumplir.
Ni una de ellas.
Relidad.
Teñidas de ojalá.

Sobran.

Hay mil días en los que sentirse triste.
En los que creemos que nos pueden arrancar mil pedazos.
Echar de menos jardines.
Echar de menos.

Y no te lo voy a decir. Un día más.
//
Solo sirve si es tuyo.
Ni una palabra más.
Solo merece ser si es tuyo.

Pesadez.
Esta vez no, sale de tus labios.
Callate, no importa. Dejalo a un lado una vez mas. Porque yo.

Pero tú, no.

Salir de aquí a doscientos por hora, sin peajes, sin tráfico, sin ti.
Salir de mi, sin que me de cuenta, sobra.

Sobran las palabras,
las que no te dije,
las que no me dije.

Ya te estoy echando de menos.
Quedan 15 días y ya te siento lejos.
Hogar.
Nunca te vas.
Pero me dejas vacia.
Con ganas de ser.
Con cada día de vida.
No me puedo imaginar.
Pero esta llegando.

Me encanta tener los dias libres.
Besar a Alex en la frente.
Meterme a la cama por la noche.
Y sentir el agua fria sobre mi piel, mientras el sol me acaricia.

Me encanta ver reir a mis amigas.
El olor a pizza en horno de leña.
Salir un martes y volver nueva.

Me encanta saber que es verano y que mi unica preocupación seas tú.

26.

Te quiero en cada una de las esquinas del planeta.
A veces te quiero por quien eres, otras por como eres.
Me gusta pegarme a tu piel, oler tu sed, acariciar tu ruido.

Me gustas los miércoles, me gusta que nos den las 2 de la mañana con una cerveza, mientras me cuentas mil historias, tus días, tus sueños....

Te quiero desde Abril y hasta el fin.
Cada invierno. Arrollador. Me salvas.

Me ahogas. Me salvas.

Hazmelo otra vez.

Da igual que te lance diez mil mentiras a la cara.
Me hace más fuerte.
Me quema los días.
Los ojos me delatan.
Da igual que no piense en ti, las luces se apagan, las ganas se marchan.
Te estoy olvidando de la mejor manera posible, abriendo los recuerdos.

Se que a veces te quiero más que a la luna y a las estrellas.
Pero no me juzgues, estoy llena de sueños.

Adiós.

Me han crecido los recuerdos por la espalda.
Me han tirado por delante todos los otoños que tenia en la mente.
Me has soltado de la mano y has echado a correr.
Tal y como te dije que harías.
Tal y como lo veía.
Llevaba razón cuando no quise nadar en tu mar. Para qué.
Si sabia que como siempre terminaría nadando a la deriva.

Me he cansado de esperarte en los cinco puertos que nos quedan por visitar.
Y es que ya no vendrás y aunque lo hagas me voy a ir ya. 

Me pongo nerviosa y me salen estrellas.
Solo ha pasado una noche y ya no se, si te has ido o me he perdido.
Vueltas.
De campana.

Ha salido el sol y me he escondido, no vaya a ser que nos veamos las caras.
Rota.
Entero.
Rota.
Entero.
Olvidalo, son demasiados martes y me duelen las pestañas.

Realidad.

¿Qué haces?...olvidar.
Olvidar que ha llegado Julio y quedan 56 días.
Olvidar las mañanas. Los desplantes.
Olvidar que me recorre el cuerpo y que se está agotando.
Empezar de nuevo.
Ya me he olvidado de tu voz y en pocos días de tus ojos.
Debajo de un manto negro. Debajo soy un tormento.
Deshecho, así has dejado los meses de sequía y calor abrasador que me tumba.
Me miras frío, calculador, lejano.
Y ya no hay vuelta de tuerca, ya no hay vidas en las que no te eche de menos.
Pero te conseguí olvidar y en dos semanas no recordaré tu nombre.
Todo lo empezaste tú, te fuiste, te buscaste lejos de mi otra vida de verdad.
Lo entiendo.
Vuelve a empezar.

Lo haces por y para, lo se.
Lo he sentido, son esas cosas que no se dicen, que se intentan disimular. Que parecen que no.
Pero rotundamente si.
Y duelen.
Y pasan factura.
Y te clavan en invierno, aunque sea demasiado tarde.

En el primer banco empezando por la derecha, en el último donde el único rayo de sol que queda de la larga tarde se asoma por las ramas de los árboles.
No importa mucho, miércoles, domingo...junio.
Y es que de banquitos esta la vida llena, en los jardines mas recónditos...con las lunas mas llenas.
Esta pasando el año y me siento más entera.
Llena de luz, llena de estrellas.
Y es que ha llegado verano y he tenido que soltarte de la mano.

Entenderás porque.

He visto que entre los domingos tienes cuatro verdades que decirme, pero has dado media vuelta.
Se que te gustaría estrujarme el pecho hasta conseguir que no le quiera.
Se que te mueres por ver como todo cambia y las lunas de junio se tornan a tu favor.
Pero hoy no.
Pero esta vez ya no.
Recoge tus cosas, es tiempo de irse, camina sin rumbo, sin sentido. Camina y aléjate de una vez.
Construye tu vida a cientos de kilómetros donde no puedas ver lo feliz que estoy siendo.

Paz.

Píllanos mirándonos.
Diciéndonos todo lo que callamos con las pupilas.
Míranos, mientras no sabemos hacer otra cosa que desear que el mundo siga parado.
Porque estamos rotos en dos.
Desarmados y muy en paz.
Porque estamos siendo libres.

Otras su caída.

Estoy enjaulada y muy cansada.
Me apetece ser río, cascada, amanecer y cielo azul.
Me apetece ser.
Dejame ser.
Me he sentido el pájaro más libre de la mañana, hasta que ha llegado el maldito mayo.
Abril...y la luz de la luna. Abril y sus flores.
Te odio, me odio y no he odiado más en la vida.
Acaba y dejame en libertad acaba y dejame ser caída.

Me suele doler el corazón los domingos por la tarde.
Pero me duele un jueves.
Me parte.
Hoy no he podido salir de la cama de lo que me pesa el pecho, respiro, nada cambia..
He pasado por ti, en sueños y me has dejado plantada, tirada, destrozada.
Y me duele el corazón.
Y no me suele doler un martes.
Pero me duelen hasta las mañanas soleadas.
Estar partida en dos hace que tengas más superficie de contacto para que todos los puñales acaben en ti.

Todo es mas sencillo de lo que parece.
Al final son ganas que se pierden.
No importa..como ocurra, solo se acciona, vuelcas y todo se vuelve invisible.
Has roto todos los esquemas de los domingos que quería pasar bajo las sábanas.
No es lo que importa, si no como te importa.
Todo pasa...

Tengo al otoño cantándome al oído que aun no se ha ido.
Y ya me pica el cuerpo.
Tengo tres mil canciones por escuchar y ya me sangran los días.
No se si te tengo, ni si te vas a marchar.
Pero estoy arrancándole hojas al calendario y nada parece pasar.
Ni si quiera la vida.

Aquella vez.

A veces el pasado vuelve y te abre puertas que tenías cerradas o heridas.
A veces el pasado vuelve y te araña.
Te has mentido tanto tiempo, bajo la montaña.
Ojalá algún día.
Vuelve y te desarma.
Cuando creías que lo tenias todo hecho.
Vuelve y te aniquila.
Feroz, tanto como entonces, arrolla antes de verano.
Te hace volver. Querer.
Y clava más hondo el puñal.
Nulo.
A veces el pasado vuelve, aunque lo entierres, a veces vuelve volando y te congela.
Son solo palabras o eso quieres creer, pero, que importa ya.
Si ya paso.
Por desgracia, el pasado no deja huella únicamente en aquel momento, sino en ese posible futuro.
En ese posible, otra vez.
Y rota en el suelo, solo veo sangre.
Deja que sangre...

Ven, que las flores han empezado a florecer y los caminos se hacen agua.
Ven, que a la primavera le quedan los días contados, truncados, pasados.
Te estoy esperando en el borde de la cama por si vienes y te escapas.
Ven, que estoy pintando la habitación de sandeces y me gustaría tenerte.
Ven, antes de que el sol se apague, antes de que el sol se marche.
Cuentame los lunares, ven y cuentame que la vida solo es vida si unimos las fuerzas.
Con pasión, comprensión.
Ven y dile al amor, que ya te quedas tu.

No importa.

No me imagino otra cosa.
Y vuelta a empezar.
Estoy cansada de cansar, pero no para de fluir, me llega al pecho. Y vuelvo a empezar.
Prometo no caer, prometo no creer.
Estoy cansada de estar aquí, me duelen las costillas, me duelen las mañanas.
Mira que me lo avisé, mira que no puedes abrirte en canal y tirar por todo tu alrededor el cariño y el amor que tienes, precipicio, eso hay entre el mundo y tú..
Y aun así sigues empeñada en que era la mejor idea, romperte por todos.
Y sigues creyendo que alguien te recogerá y sigues creyendo que alguien lo entenderá.
Malditos años, maldito astio.
Maldito el día en el que decidí ser de papel.
Escribí en la quinta nube mis sueños y la tormenta no dudo en deshacerlos.
Hoy no ha salido el sol, hoy nadie te ha dicho que te quiere.

No se como no quererte.
No he encontrado ni la forma, ni el lugar, ni las ganas.
No se como no admirarte.
Reírte.
Cantarte.
Besarte.
Buscarte.
No lo se y no lo quiero saber.
Desde luego,
que no quiero no saber encontrarte.

Muerte de olvido.

Me duelen tus caricias no dadas, tu indiferencia.
Me duele tu marcha aunque te hayas quedado.
Me dueles.
Me inspira tu viento, me aterra tu intento, nulo, desprovisto de oportunidades y sentimientos.
Insensible mirada, cruda cruzada.
Y aquí deambulo, perdida, caída, lanzada al vacío como si de una vida desplomada
se tratará.
Y me duele.
Me duele una noche mas abrirme el corazón y que me dispares en el centro sin ningún temor, aquí continuamos yo tendida sobre un mar de dudas, tu alejándote cada vez mas en el oleaje.
Llegamos a puerto...pero no a buen puerto.
Llegamos a tiempo, pero perdimos el miedo.

Todo.

No se que decirte...pero como quema.
Hoy se han roto las últimas miradas que nos quedaban.
Bajo mínimos estoy. No se controlar la situación. No se, en general, ser como soy.

La luna se ha escondido porque no quiere verselas conmigo, no quiere un tú a tú, un cara a cara. Porque pica.

Pero ya están saliendo las flores de los cerezos, se avecina...no lo ves, en los poros de la piel.

Comienza, me despeina.
Contra la pared sin otra oportunidad, sin dejarme disfrutar.

Todo vuelve.
Se deshace.
Se revuelve.

"Tienes unos ojos grandes".
De vivencias.
De insomnio.
Tendría que tener más horas el día o menos yo.
Porque me vuelco, aunque nunca cierre los ojos, aunque no puedas apartar la mirada, porque duele.
Mira como salpican los sábados, mira como destruyen los lunes.
Mira como se salva un viernes.
Aunque no puedas ser más entera porque revientas, aunque no puedas ser más frágil y estatua.

A 15 kilómetros del suelo, a 15 segundos de que acabe.
Todo, un día más porque tiene demasiadas pocas horas para poder conmigo.

Vacío.

Te has perdido tantas veces, que siempre esperaré que vuelvas, como si no fuese la última vez.
Me voy a quedar toda la noche pensando que mañana vas a volver y es que todavía no te has ido.
Sentía un cosquilleo que ha ido cayendo hasta desaparecer, hemos bajado la persiana y hemos gritado que el silencio es nuestro mejor aliado.
Aunque no vuelvas. Aunque no te vayas nunca.
Es un colibrí.
Es un viaje sin billete.
Es una vida.
Es un hueco en el pecho.
Es una lágrima a medias.
Es otro día, con más ganas o más miedo.
Es todo lo que se lleva el viento, el tiempo y si no se convierte en acero.
He cerrado la puerta 547 veces y parece que está, no será.
Estoy despedazada por la habitación, me he cantado una canción desordenada y he creído volver a vivir, pero solo era un simulacro. Solo era un aviso.
Me araño, me extraño.
Me
vuelvo
a perder.

T.

Te diría todo lo que te quiero a todas horas, pero no quiero que te canses de oírlo.
No quiero que te ahoges, no quiero.
Pero te quiero.
Aunque me de miedo decírtelo. Aunque no te lo deje de decir.
Aunque me pause. Por ti.
Te quiero.

Me salvas,
me arrastras,
me abrazas.
Eres mi abril.

Áspero.

No se como gritarlo, ni en sueños ya me sale la voz.
Me duele el pecho de soportar tu peso, no se por qué sigues aquí, no es tu lugar, no es tu vida.
Te he llegado a odiar hasta un miércoles por la tarde y tú no lo entiendes. Y tú no lo sabes.
No me gusta verte pasear bajo la lluvia como que no pasa nada, como que ya ha pasado todo.
Y tú me conoces, casi no me has visto pero me conoces, me quieres tan lejos como yo, pero permaneces cerca.
Te he gritado, sin voz, que te marches que por favor lo dejes ir, que por favor lo dejes.
Desde que has vuelto todo esta áspero, yo estoy seca.
Yo estoy
muerta.

Tengo.

Tengo la barriga llena de miedo.
De olores a frambuesa.
De toboganes.
Tengo el alma llena de caricias.
Algunas sin dar.
De golpes. Algunos de placer.
Tengo el corazón lleno de baches.
De canciones.
De sábados.
Tengo la vida llena de ti.
De ansias.
De sueños.
Algunos cumplidos.
Tengo una estrella llena de luz, tengo un sol lleno de calor, tengo un día lleno de oportunidades.
Tengo todo lo que quiera tener. Aunque a veces se me escape.

Goliat.

No creo que sea correcto.
Es más, lo tengo clavado en la garganta.
Pero para que gritarlo.
Hay que destruirlo, antes de que me destruya. Otra vez. Paralo.
De una maldita vez, acaba con ello(s).
No lo ves, no eres ciego, eres un descerebrado. O bueno, no tienes corazón.
Quizá se esta mejor sin él, sin el invierno digo. Sin la lluvia. Sin el resquemor.
Se esta mejor sin mi.

124 días.

Llevo días con la persiana bajada, mil cerrojos y un nudo en el pecho.
124 para ser exactos.
Llevo 59 días, colgando de un mundo que me duele.
Llevo 37 días viendo amanecer.
28 sabiendo que esto no está bien.
A pesar de ello llevo 15 días dándome cuenta y queriendo salir.
Llevo 6 días arrepintiéndome, soñando, teorizando.
Llevo 2 días sin dormir.
Llevo encima y no se soltarlo.
Hoy llevo 124 días queriendo escapar de mi, buscando otro mundo, anhelando dormir, clavándome las uñas, machacandome. Intentando soltarme.

Hoy ha llovido demasiado. (Dentro)
Estoy empapada.
Tengo el corazón encharcado, le esta costando latir y me lo esta haciendo saber.
Me duelen las pestañas. Me duelen las palabras.
Pero no importa, estoy soplando para que se apague. Estoy corriendo para alejarme.
No ha salido el sol.
Quizá,
mañana mejor.

Me gusta.

Me gusta lo que eres.
Fuerte. Optimista.
Me gusta lo que eres.
Alegría. Insustituible.
Me gusta lo que haces.
Brillar. Alcanzar.
Me gusta lo que emites.
Luz. Ternura.
Me gusta lo que añoras.
Paz. Bondad.
Me gusta que te gustes.
Me gusta gustarme.
Me gusta, aprender a ser quien quiero ser. Sentirme orgullosa, seguir queriendo querer a quien quiero.
Llenaros de vida, de tranquilidad.
Ser vuestra guía. Luna llena. Faro.
Me gusta querer que estéis en la cima.
Me gusta veros disfrutar.
Me gusta tener todo lo que tengo.
Me gusta gustarme y querer mantener todo lo que me hace querer ser quien quiero.

Soy infinitamente infinita.
Finita, volátil.
Soy.
Para ti, para mi, recovecos.
Estrellada, la noche.
Envuelta en ti.

Miranos.

He visto como os miráis.
He visto como cruzáis la mirada en todos los espejos.
Ella sonríe. Tu tratas de no morir.
He visto como la besas entre el cuello y el hombro. Como la riñes por apalancarse, como la matas a cosquillas.
Lo he visto.
He visto ojeras de haberos acompañado.
He visto vida.
He visto como la veías dormir, como la deseas.
Ella te impulsa hacia la cima. Ella te mantiene a salvo.
He visto como la miras, aunque no se lo digas, he visto como la besas. He visto como se lo agradeces. Aunque no se lo digas. Ella te agarra.

Tú, y tus tremendos líos. He visto como la salvas. He visto como la vives.
He visto que no quieres ver a nadie mas.
He visto como no quiere ver nada mas.
Os he visto, enfrente del espejo y me he visto, abrazada a ti una noche mas.

Acompañame.

Es como dejarte medio trocito de tu corazón.
Es como romperte un poquito.
Pero hay que sacrificarse.
Hay que sentirse orgullosa.
Hay que conseguirlo.
Aunque no termines de encajar.
Aunque cueste.
Aunque envidies.
Aunque caigas.
Es así y seguirá siendo. Continua.
Te esperaran. Te buscará.
Te mantendrá.
Podrás hacerlo.
Es tu vida. Construyela.
Hazlo por ti, te querrán igual. No se van a olvidar. Vuelve, no me dejes caer. Es duro. No te he encontrado.
Estas aquí, lo se. Estarás allí.
Es difícil. Te he encontrado. Nunca dejare de hacerlo.
Es como dejarte pedazos de tu vida.
Vente conmigo. Atraviesame.
Acariciame. Hazme ver, que que nada lo derrumbara. Ahora me tengo que ir.
Hasta pronto. (Muy pronto).

El amor, es increiblemente precioso.
El desamor es horrible.
Pero tú, tú no tienes definición.

Cascada.

Me dejo caer, no hay vuelta atrás.
Caigo y caes conmigo, todo cae.
Huele a limón, no se como he llegado hasta aquí, no quiero salir.
Libre, hasta el último hueso del alma. Cayendo, dejándome caer.
El impacto será fatal, pero es la única manera de deshacernos, de desatarnos.
Creías que podrías volar, pero hiciste algo mejor, te desarmaste y caíste.
Cascada de vida,
de juventud,
fluiste,
aterrizaste,
caíste.

La tristeza se calma.
Cuando podré volver a ser.
Sopla brisa, o tu risa.
No se.
Pero todo esta mas calmado.
Siento miedo, me tambaleo, es difícil, dudo.
Superfluo, desde el principio de los tiempos, al menos de mi tiempo.
Etéreo, no ves como se destroza, me destroza.
Sempiterno como cada noche en la que la luna decide que es un buen momento para despedazarse.
Elocuencia..y yo ya estoy fuera, aparte, a trozos, a ratos.
Así estamos. Yo conmigo misma.
Yo con paso acelerado, hacia ese destino, ataraxia.