Tan solo dime ven. 

Tienes sangre en los labios,

rabia en las costillas,

rabia en las costillas. 

Mar revuelto, ganas de vernos, 

golpe en el pecho, 

golpe en el pecho. 

Muéstrame un camino sin espinas, sin precipicios, sin almas en pena rondando las noches en las que no sujetas tus ganas de salir corriendo. 

Creo que ya no reconozco tus manos, 

¿estás ahí?.

Con ella no puedes ser tu, ¿lo sientes?.

Ni si quiera se quien eres, ¿me recuerdas?, estoy aquí.

Rabia en las costillas. 

Sabes que ya ha pasado el tiempo necesario para mirarnos en la distancia, con paredes transparentes, con nudos en las entrañas. 

Golpe en el pecho, 

se apagan las luces, 

nos fundimos. 

Sientes cosas que no son y que no entiendes.

Con un mar de dudas, muertas, en pena. 

Así te encuentro así me encuentras en la tormenta a medio camino de morir ahogada por ti. Por nada. 

Recuerdame al menos en Stanby... 

"Vive mirando una estrella
siempre en estado de espera.
Bebe a la noche ginebra
para encontrarse con ella.
Sueña con su calavera
y viene un perro y se la lleva,
y aleja las pesadillas
dejando en un agujero
unas flores amarillas
pa' acordarse de su pelo.

Sueña que sueña con ella
y si en el infierno le espera...
quiero fundirme en tu fuego
como si fuese de cera.

Antes de hacer la maleta
y pasar la vida entre andenes,
deja entrar a los ratones
para tener quien le espere.

Sueña con su melena
y viene el viento y se la lleva,
y desde entonces su cabeza
sólo quiere alzar el vuelo,
y bebe rubia la cerveza
pa' acordarse de su pelo.

Sueña que sueña la estrella
siempre en estado de espera;
vuelve a coger la botella
y pasa las noches en vela,
...siempre en estado de espera."

Sense

¿Por qué quieres que te quiera alguien que no?

Que no sabe, que no tiene, que enloquece, que no cura.

Con una diminuta idea plantada en lo más hondo, con un no querer saber ni escuchar. 

Pasándote una vez más en una parte diferente, con el mismo quemazón.

No se cuando se aprende a dejar de lado la vida que no da para más, los días que ya no saben a sal. 

No se porque nos empeñamos, nos desgastamos los huesos, nos olvidamos de nadar. 

No le encuentro sentido a estar continuamente alertas, a ciegas, a medias. No le encuentro sentido a que me duela que no me quieras, que nunca lo hicieras. 

Pero ahí está atragantado en la garganta a medio paso de hacerme añicos o yo de hacerlo añicos.

Borroso, una noche más cargando con el peso de no saber hacer, de no querer, de volver. 

Buscando siempre la fuerza que escondí en los diferentes cajones de la vida, para mañana sorprenderme de lo que soy capaz, de lo que no me has quitado. 

A veces te das cuenta que no sólo pasa, donde todos miran. 

A veces, una noche más con ganas de acabar. 

Es algo que entendí hace demasiado tiempo y le encuentro sentido aunque me duela.

Y le encuentro sentido aunque me encantaría cambiarlo.

Quieres salir de esas manos que te encierran y te menosprecian, de esas que te hacen sentir pisoteada y prácticamente reducida a ceniza sin tener posibilidad alguna de recuperar la esencia.

Personas que se meten en tu cabeza únicamente para saltar de un sitio a otro y tratar de anularte como si tu opinión no contase como si tu vida dejase de ser tuya. 

Y así marchandote a prisas de ese terrible lugar nos encontramos hoy, sabiendo que el camino es tan largo y que no ocurrirá mañana ni si quiera en semanas. 

Deseas escapar con todas tus fuerzas de un lugar en el que nunca fuiste ni un tercio de lo que habías deseado ser. 

Noviembre

Te quedas siendo la mitad de lo que te cuentan casi sin argumentos y sin recuerdos.

A media vuelta de la esquina en la que se quedó mi vida a medias. 

Pierdes el sentido de los sueños, de los quiero, de los puedo. 

Tienes que hacer las maletas, dejar las palabras, gritar que te extrañas. 

Casi ahogada en la lluvia de Noviembre. 

Silencio

Y cuando toca ni te lo planteas.

Hasta ser una diminuta copia de lo que acabas de ser. 

En base a un ojalá. 

En base a ser caparazón, ganas en la tormenta, reinventar. 

Después de asumir que no existe culpa. 

Después de suplicar. 

Después de apostar. 

Después de conocer la oscuridad más cerrada. 

Abrazarnos en silencio. 

Los sueños.

Esa canción tan tuya sin pedirlo, sin saber si quiera su título.

Pero recuerdo como bailabas a su compás, grabada en tu cabeza y tarareada al continuo de un frio gélido. 

Aún te quiero cantar miles de canciones que pasan por mis oídos sin escuchar tan si quiera "será nostalgia será esta lluvia será Madrid rozando 40 muerto de frío"....

La música que tanto une, que tanto nos hace vivir, que tanto nos hace creer. 

Sin pedirlo.

Supongo que no había pensado que llegaría un día en el que ni el viento lo uniese.

Yo sigo intentando no perder el hilo, la magia, las palabras. No se porque los otoños no han sido suficientes, pintado de color ocre te sigues reflejando en los charcos de la ciudad. 

Eres tú que escribes sin letras, que danzas sin miedo, que miras con paz. 

Supongo que nunca lo esperas. 

No queda nada.

No quería asimilarlo. Llevaba días esperando.

Pero a veces te quitan un trozo que quedaba de ti, escondido y no lo puedes pedir. 

Quizá fue la mejor decisión, pero no la más agradable. Era el único canal, la única via que quedaba, entre letras, entre palabras escondidas por el viento. 

No se como se llama cuando ni si quiera lo has dicho en voz alta. 

No se como se cuenta esto cuando ni si quiera tienes nada que decir. 

Solo es un sentimiento. 

Comprensible. 

tú

Anda por mi casa, la de toda la vida, la nueva, la que estamos construyendo, la de mi pecho. Pero anda.

Enséñame a no ser lo que odias mil veces. 

Enséñame a ser como tu me ves cuando me da el sol en las pupilas.

Dame aire, luz, caricias y besos cada día de mi vida. 

No me dejes de querer ni en las horas muertas. 

Construir con el amor de tu vida al lado es realmente precioso. 

contigo.

Compartir cosas bonitas contigo.

Compartir ganas, destinos, salidas, atardeceres, lecturas, bailes, risas... 

La vida, que no puede ser vida si no te tengo al lado al menos los días pares de todos los meses de mi existencia. 

La vida que no deja de ser un camino de tu mano, una estrella en el tejado. 

Contigo todo es de color verano, carnaval, canela.

En el mar tenemos nuestros cuerpos flotando, siendo incapaces de salir de un estado de felicidad absoluta. 

tox

No se en que momento lo vi claro.

Pero no se podía recuperar, eran diferentes aunque lo intente maquillar, muchos días me dolían, me salían ganas de terminarlo.

Se iba a olvidar, un día. No sabía que existía hasta ahora, no sabía que hacía sentir así o quizá ni lo recordaba. 

Pero ya estaba claro, había que sacarlo. 

Quedaos a vivir donde os quieran.
Donde los días no os pasen por encima.
Donde recibáis palabras bonitas.
Donde os busquen.

...

A veces me siento una extraña en mi propio cuerpo.
Cansada de no terminar de ser nunca, casi ahogada.
Con el pecho en la garganta queriendo escapar de una vida que quizá no quise formar.
Cansada de no reconocerme los ojos al mirarme al espejo.

El amor.

Me quieres hasta cuando yo no se quien soy, en vendavales, un martes por la noche, en sueños truncados, en días cansados.
Me quieres en la playa, con luna llena, siendo feliz.
Me quieres cuando no entiendo porque estoy triste, porque no me gusta salir de la cama por las mañanas.
Me quieres dormidita en tu pecho y a mil kilómetros sin descanso.
Me quieres y yo no puedo hacer otra cosa que amarte.

Siempre con amor.

Déjame ser tu paracaídas.
Tu sombra, tu calor, tu sueño.

Gritos.

La verdad es que no sabría decir como me siento.
Llevo guardandolo mucho tiempo como para que pasee ahora, desnudo y medio escrito por mi medio mundo creado a deshoras y casi sin dormir.
No sabemos de que hablamos ni cuando callamos ni cuando escuchamos en silencio las voces que nos nacen de dentro a las cinco de la madrugada desde hace meses.
Que nos pasa, que a media noche todo nos acobarda y no logramos ser los lobos que caminabamos debajo de aquellas estrellas.
Quiere salir, volver a ser y no juntar tres días sin gritar.
Sin gritarme a mi misma que no soy más que una cárcel y mi propia prisionera.
De vuelta y media, guardandolo un día más.

Quiero saberlo todo, pero me da miedo preguntar.
A lo mejor eres una pompa de jabón o un volcan incandescente.
A lo mejor un día vuelas a mi ventana y me lo cantas desde ella. O a lo mejor no.

Irse de casa, cada vez, cerrar la puerta podría igualarse a un disparo a quemarropa, sin aviso aún sabiéndolo.
Que no duela, que no queme.

Mi vida.

No puedo ser más feliz.
Tenerlo todo.
Tener un colchón, una vida por vivir.
Que bonito es ser y no querer dejar de crecer.
Quiero tanto.

Cambios.

Cuantas veces os han jurado haber cambiado y lo peor cuantas veces lo habéis creído.
Falsa modestia, mentiras escondidas, no hay peor castigo que creerselo uno mismo y mayor condena que hacérselo creer a los demás, pocos.
Cuántas veces os han usado, os habéis sentido usados o lo han intentado. Innumerables, casi sin darse cuenta.

Y cuando tú mismo te crees tus propias mentiras y cuando te mientes a ti mismo, creyendo no necesitar y sin dejar de dar.
La vida, supongo; las personas, otro poco.

Rápido.

Siento que todo se pasa demasiado rápido, me deja tirada y machada en el suelo sin tiempo para reaccionar.
Corro todo el tiempo hacia ningún lugar por miedo a que todo acabe, incluso lo que parece que nunca.
Soy como una tormenta encadenada al mismo bosque siempre y no termino de hacer o de saber.
Rápido, más, busca, sube...aunque no sepas ni donde, aunque no puedas ni convertirlo en hogar.
Pasa más deprisa estamos perdiendo, sin lugares, sin viento, sin sentido.

Huir.

Algún día nos saldrán las palabras acumuladas después de tanto tiempo.
Entre líneas.
Leeme las palabras que no escribo, por miedo o por desapego.
No se como gritar más fuerte. No se decir adiós. No se no estrellarme una y mil veces.
Nos harán creer, nos haremos creer. Cobardes, huyendo de nosotros mismos.
Hasta cuándo.

Casi todo pero nada.

Estoy a medio palmo de decirlo siempre, pero en silencio, sin molestar, sin despertar.
A flor de piel, con ganas en los costados y con el miedo guardado debajo de mis últimos recuerdos ya lejanos.

Sintiendo más que nada, menos cuando te dejo de ver al atardecer siendo un loco escurridizo sin ganas de aparecer.

No lo sabes pero lo intuyes, no lo dejas de pensar y tortura el alma de lo que no puede o no debe.
Todo esto es braile, besos sin dar, lunas llenas sin mirar, casi todo pero nada.

"Porque quiero y puedo, porque busco y no encuentro, porque me abrazo y no me alcanzo. Porque te miro en la luz que antecede al crepúsculo, porque te invoco quedito antes de dormir. Porque a veces no encuentro como decirte lo que siento, porque corro, porque me pierdo en la taza de té, porque te pienso cuando creo no hacerlo. Porque te me escurres tibio y salado. Por la hora de insomnio de 2:55 a 4:00 a.m, porque te abrazo con viento, porque te beso las sienes con sol. Porque eres mio y tan tuyo siempre, porque cuando no te imagino, te veo. "

Una canción para no decir te quiero.

'La noche es tu amiga,
Te abraza las manos vacías
Del frío del ferrocarril.
Me miras y pienso
En que somos libres
Como el aire comprado de un ventilador.

Hace demasiado que dormimos en el suelo
Y sé que sientes la aguja de la angustia,
Sé que estás en la búsqueda a tientas,
Lucha interna por saber qué pasa ahí.

¿Quién es suficientemente joven y valiente
Para soportar el peso de empezar?

Si llueve nos emborrachamos
Y así no lloramos al pasar Madrid.
Gritándole al manto de estrellas
Que no quieres ser como ellas ni yo.

No puedo soportar que todo cambie,
No entender a casi nadie
Y el sabor salado del sudor,
Los fogonazos de azufre
Si vamos los dos en el vagón.

¿Quién es suficientemente joven y valiente
Para soportar el peso de empezar?
¿Quién será quién quiera que sea el que sea
Capaz de soportar el peso de lo que vendrá?

No hables de milagros.
No hables de milagros.
No hables de milagros
Si no estás aquí.'

Polvo.

Las mismas calles de siempre y no cambia. Pero si lo hace lo que llevo en el pecho, colgando y desatado.
Tengo el corazón un poco usado, un poco triste, un poco extraño.
No se desde que día, yo, soy la mitad de lo que era.
No se desde que día tengo los sueños encadenados a un recuerdo que quiero dejar de vivir.
El sol no calienta siempre aunque sea el centro del cielo, ni los días avanzan aunque pasen. Nada se para y yo solo soy polvo.

Cruel.

Te quiero un kilo pero de diamantes, de sonrisas, de momentos...de vida.
La vida que tenemos que pasar juntos.
No se si se puede querer más, tanto que te desgarra el pecho. La vida a veces es cruel.

Familia.

Familia significa que suena el teléfono y cruzas el océano que tengas que cruzar para llegar a tiempo.

Hay veces que te rompes de arriba a abajo. Y no puedes ni ser.

Dímelo que lo necesito. Sin que sea. Pero dilo.
Haré como que no me entero, haré que no existe. Pero dilo con fuerza.

...

En una tormenta de arena que no la calma ni la paz más absoluta.
Todo tiene un origen y no se como cortarlo.

Tengo el alma encadenada y muy pocas razones, porque el corazón no es lógico y a veces ni escucha.

No se que parte de mi está pidiendo auxilio, no se que parte de mi se ha quedado atrás ni que parte no puedo recuperar.

Como se le llama a las ganas de acabar sin haber empezado. Como se forma una vida dejando medio corazón en otro sitio.

La historia siempre se repite cada vez que toca volar.

No puedo,
lo hago sin poder, sin tener.

Me cambio por ti.

Papa.

Soy parte de ti, eres parte de mi.
Desde antes de ver luz, desde antes de ser.
Son días de cuidar y querer.
La sangre me duele, por verte sin querer donde no nos gusta ser.

Tengo tus ojos, papa.

Duele.

Me he roto escuchando lágrimas,
viendo como se parten
corazones en dos de pena.
El cielo gris que se empeña en lanzarnos lejos y dejarnos medio ciegos.
He sentido una lanza atravesada en la garganta, he tenido ganas de gritar sin tener un hilo de voz viendo como a alguien se le caía la vida de golpe.
Me he puesto sus ojos sin saber que vería, ni como saldría y no soy más que una extraña, sin ganas, sin nada.

El mundo al menos nos duele un ratito al día.

Godzilla

Puedo dedicarme a disimular,
puedo destruirme despacio,
puedo dejarte en paz,
puedo conquistarte un planeta y hacerlo explotar...
pero nunca...nunca...

En calma.

Desde la distancia del tiempo ves las cosas de otra manera.
Quien habríamos sido si no hubiese estado como siempre en lo cierto.
Solo cambiamos cuando no hay retorno y bueno, es suficiente, sin quererlo sabía que ya para mi no, pero al menos para ti.

Y eso es bonito, me alegro que aún, aunque sea así en silencio notes dulzor entre tus dedos. Yo también me acuerdo.
He encontrado ganas, ilusión y calma, la verdad es que siempre lo he necesitado.

El tornado era demasiado fuerte para aguantar tantos inviernos.

Cuando la lluvia cure todas las heridas ya no dolerá mirarse, ni nos abrazaremos con nostalgia triste y ruin.

Así seremos en los caminos de la vida tú un nómada y yo el viento.

Océano.

Tenerte en casita me hace ser mucho.
Que te quieran a los que quiero, que quieras a los que amo.
Eres un jardín de flores y un océano infinito.

El amor reconstruye.

Oye tú y yo en blanco y negro,
el mundo está callado.

Creo que somos estatuas,
creo que somos finales,
felices.

Si tienes que ser conmigo
podemos contar las estrellas que
forman tus lunares a la luz de la luna.

Si quieres podemos ser máquinas de guerra jugando a saltar al vacio en una noche infinita.

Oye tú y yo somos de titanio,
roble macizo, amor del bueno.

Creo que podemos cantar que yo sin ti y tu sin mi quien puede ser feliz.
Creo, por creer en algo que no seas tú y tus pestañas que el océano se perdería en tus ojos.
Que tengo muy mala memoria pero sabría llegar a tu pecho desde el fin del mundo.

Que tengo todo lo que se puede tener, cuando lo ganas todo.

Certeza.

Siempre lo supe.
Estaba escrito en cada esquina de mi vida.
Me lo repetía numerosas veces.
Me convencí de ello sin llegar a creemelo.
Todo llegaría cuando me fuese, sin billete de vuelta.

No cabía duda solo aprendemos cuando las cosas son definitivas.
Siempre volvemos a ser menos cuando lo perdemos todo.

Yo lo sabía.
Pero no quería saberlo.

Desnudos.

Me da miedo dejar de quererme.
Que el sol me ciegue.
Que la vida me tumbe.

Supongo que son miedos sinceros
a perder besos una vez más.
A saltar al vacío a un mar profundo y frío.

No es lo que me das en sí, si no lo que no soy capaz de recibir y vuelta a empezar.
Porque el verano se acaba y empezamos a perder las hojas como si fuesemos un árbol escondido con miedo al desnudo.

Porque somos cobardes y la vida nos grita desde los rincones que porque nos vemos más bonitos a oscuras, sin piel y con los trozos esparcidos por el suelo.

Porque no es lo que merezco si no lo que me dejo cuidar los jueves al atardecer cuando nadie me mira porque nada soy.

Y así estamos, sin saber ser sin poder salir.

R.

Te escribiría una canción de amor todas las noches.
Te escribiría como me has salvado.
Te escribiría lo agradecida que estoy.
Te escribiría un martes noche que me haces la mujer más feliz del planeta.

Te besaría cada poro de tus mejillas rojizas.
Te besaría cada milímetro de tu suave cuello. 
Te besaría los sueños.
Te besaría las mañanas, las noches, la vida.

Me quedaría contigo, me quedo contigo.
Me duermo en tus pestañas.
Me tiras de la lengua y me la besas.

Me, te...juntos.

Porque con siempre con amor es realidad.

Mar.

En el mar soy la persona más feliz del mundo. Las olas meciendome, el silencio, la sal en las pestallas, el sol en la nuca...
Me quedaría a vivir a kilómetros de la orilla pero sin perderla de vista.
Me quedaría a vivir, segundos y vidas...lejanas, ancladas.

El mar, mi segundo hogar.

Nube.

No importa si llega un día antes o después, hemos demostrado que lo importante es que llega y cuando lo hace, arrasa con todo.

El flechazo, el amor, el cariño, la calidez...los besos que te debo en los ojos.

Después de 5 vienen 6 y después toda una vida. De eso se trata, de eso tratamos.

Como agua a la roca,
como leche al café,
como tu boca a la mia,
como mi vida a tus sueños.

Viajando en nube nada puede ir mal.

Gracias.

Rubén gracias por hacerme tan feliz y ser tan real.
No hay mayor poesía ni magia que la de ser juntos.

Dudas.

Que dure, que no se agriete, que no te pensen los días.
Que las dudas sean menos, que los días sean más.

Ser sin pedir.
El sol con sal,
la vida de más.

Casualidades.
Sin querer quererlo.
Nos hemos visto llorar y ya no se como salir de aquí.
Pero es que tampoco quiero salir.

Feliz.

Demasiado feliz desde que estas, desde que me abrazas, desde que me besas las comisuras de los labios cuando no tengo un buen dia.
Demasiado feliz desde que se que no te vas a ir.
Demasiado feliz desde que me miras, desde que me acaricias, desde que me buscas.

Desde que llegaste soy demasiado feliz, soy una estrella, soy inmensa.

Cuando decidiste devolverme la alegría, sacarme de casa, sacarme la sonrisa.

Cuando te tumbaste a mirar las nubes conmigo, desde que nos montamos en una.

Demasiado feliz y siempre feliz.

Paz.

Es una carta de paz que no se como escribir.
Ni tan malo, ni tan bueno.
O eso ven mis ojos, los de ahora.
Nunca lo quise e intenté dejarlo a medias, la pluma en el tintero, transparente.

Pero era más fácil, ocurrió tarde y eso hace que evitemos las miradas.
No salió, ni inventamos días, ni surgieron dudas.

Todo iba a ser tal cual, ahora no lo entedemos.
Pero hay que firmarlo,
por los que un día lo hicieron aún sabiendo, aún sintiendo.

Puntos de vista diferentes, tú ya no te acuerdas y yo casi que tampoco.
Pero así es la vida.
No guardo nada malo.
Dejo la carta de paz en el tejado.
Toda tuya.

No hay mayor poema que estar enamorada.

Siendo.

Bailando en el agua sin pisar el suelo.
Sintiendo tu mar, tus ojos, tu vida, tu tempestad...
Sintiéndome segura,
sintiéndome libre.
Sintiéndome vida.
Sintiéndome como siempre soñaba, soñaba contigo sin conocerte.
Vivía contigo sin saberlo, en la infinidad de tus pestañas.

En el brillo de tus mejillas.
Ahora soy y no termino de creer como es posible ser la misma costilla, la misma dirección.

Polvo.
De estrellas.
De muerte.
De bestias.

Y eso somos calor intenso, cariño eterno y muchas ganas.

"Creo que fui demasiado sincero
y no lo quiero pensar.
Es tan real que te cagas del miedo
y no lo vas a olvidar.
Es un gran golpe que me ha quebrado el cristal..."
R.

Miedo.

Siempre tuve miedo.
A dejar de ser.
A no encontrarme.
A traicionarme.
A no vivir.

Siempre tuve miedo.
De ser quien era.
De que se volviera en mi contra.
De ti.
Tuve.

Porque un día dejas de tener miedo.
Porque un día te atreves.
Y un día empiezas a vivir la vida que querías vivir.

Piel.

Tengo ganas de ser cafe con hielo y polvo en el miedo de no usarlo.
Tengo ganas de ser estrellas fugaces sin fin.
Desde que tengo la vida en orden está más desordenada que nunca.
Desde entonces las costillas no me pesan, el sol no me quema.

Y todo esto no tiene explicación.
No tiene porque.
Solo tiene piel.
Tu piel.

Encontronazo.

Ahora sí.
Entonces excusas.

Y gritaba y lloraba.
Era extraño, me sangraban las palmas de las manos de agarrar la cuerda y no sostenía nada.

Y sentía que caía y me rompía.
Era tenue la sensación de quemazón cada vez que me equivocaba sin querer, sin razón, sin culpa.

Y se escondía y no vivía.
Era una salida de emergencia, fue un salvavidas.

Nunca.

Nunca te dejaron ser ni la mitad de lo que querías ser.
Nunca fuiste más.
Ni llegaste a tocar el cielo con los dedos.
Siempre lo tuviste que pedir.
Siempre tuviste que dejarte la piel y aun así...no, nunca.

Tenías el corazón cansado de querer.
Fogonazo.
Disparo a quemarropa.
Muertos.
Eso tuviste que hacer.
Para ser el doble de lo que querías ser.

Sin buscarlo.

En una nube rumbo a ser feliz.
Desde que me miraste.
Desde que fui.

No lo sabía, pero eras todo lo que necesitaba.
Una risa, una brisa.
Un sí.

Feel

Pensaba que sería imposible.
Que nunca sería.
Que de nada serviría.

Y te plantaste en medio de una carretera secundaria.
Con el peligro de cara.
Con la vida en contra.

Y me sacaste de allí.
Me besaste la frente.
Me llevaste a casa, a todas las que tenemos.

No lo entendí muy bien, no sabía que pasaba.
Y ahora, en todos los rincones me imagino. Y se que soy. Y solo quiero ser. Y ser muy fuerte.
Y todo, contigo.

Hasta donde no hemos estado.
Hasta donde no hemos sido.
Sigo siendo, no se hasta cuando.

Será lo mismo.

No sabes de que color son las flores que me están naciendo en el pecho.

Ni cuanto me duran las tormentas internas.

No sabes como me despierto a las 4:36 todas las noches sabiendo que si no, será menos, que si si, será estreno.

Pero todo está menos claro.
Más amargo.
Más extraño.

No son más que coincidencias etéreas.
Sin penas.

Basta.

Tenía una estrella contigo.
Y la sigo teniendo, pero interna.
Ya no brilla y es lo que ocurre al lanzarle piedras hasta que das en el clavo y explota.

Cara brillante, negro intenso.
Se te atraganta en la garganta y ya no sabes.

Te lo di todo.
Ni me miraste.
Años luz.
Hay que aprender a perder.

Necesito traer la sonrisa de nuevo.
Tengo peso en el pecho...

Sentir que por más que das no sale bien.
Y todo da vueltas.

Quiero salir de aquí.
Tranquilidad.
Dejar de sentir que no sirve.
Que no sirvo.

Soy mi propia decepción.
Y eso duele mucho.

Parada.

Juntos.
Nos encontraremos.
Pero a veces el camino...la vida, las decisiones.
Invencibles.

Enormes.
Me duele un poquito. Y soy un poquito menos.

Nosotros.

Aquí todo aunque no lo parezca avanza..."

Yo tres mil.

Cada vez tus letras son más puras.
Haz que brillen.
Tienes todo bonito.
Cuidalo.

Estoy orgullosa.
Estoy feliz.

Aún resuena Your beautiful...y me ciegan las velas.
Todo tiene que ser.
Y siempre está dentro.

Aunque lejos.
Aunque no.
Eres al fin y eso debía ser así.

Ya lo sabía.
Pero tenía que ocurrir.

...

"Búscame en Mazunte
costa de Oaxaca
no me sufras
te llevo clavadita en alma... "

El único idioma que hablaba no tenía palabras.
No tenía sonido.

Quedé muda.
Perdí vida.

Y ahora vivo en un océano sin saber muy bien. Sin ser muy bien.

Si hubiesemos aprendido a querernos un 12 de Mayo, un 16 de Agosto, un 24 de Octubre...si hubiesemos aprendido.

Si nos hubiesemos echado a volar y acariciado las palmas de las manos.

Si alguna vez no hubiesemos sido fuego, cal, llanto y pena.

Podríamos haber.
Podriamos ser.

Pero no pudimos.
Las cosas pasan.

Reina.

Hoy lo he cambiado todo.
Ya formas parte.
Ya eres.

Un día me gustaría contar nuestra historia en el verso más elegante y fino que exista.

Eres de platino.
Y serás, familia, hogar, futuro.

Intento hablar de ti y se me acumulan en el pecho intentando salir todas las veces que me has hecho sentirme la reina de 27 planetas.

Y eso,
eso ya es una realidad.

Un día.

Todo lo que sabemos no es más que lo que un día hicimos.

Todo estaba escrito debajo de las piedras con las que no dejabamos de tropezar.

Al final, siempre hay un día en el que se vuelve donde empezó todo.

Cuando volvamos a ser calma.
Cuando volvamos a ser luna.
Cuando volvamos a ser sol.

Nu.

Hace unos años tenía las manos ensangrentadas.
La vida rebotando en unas paredes de las que no queria salir.

Hace unos años me sentía el ser más diminuto de la historia.
Tenía las ganas encerradas en una cajita de música.

Tenía la vida a ratos.
Las paredes no han cambiado mucho.
He pensado en volver, pero quizá mañana.

Intermitente.

Ojalá nunca dejemos de hablar sin decirnos nada. Sin vernos. Sin saber.

Ojala nunca dejemos de saber que pensamos.
Que sentimos. Aunque en vano, nadie sabe.

Nadie sabrá, nosotros si, siempre nos van a quedar estrellas a las que viajar.

Te sigo leyendo, te sigo observando.
Te sigo.
Hasta el último día de mi vida.

Sangre.

Silencio rasgado.
Bala en el pecho.
Sangre.

Silencio crudo.
Caída en picada.
Sangre.

Silencio.
Rabia.
Sangre.

Donde.

¿Qué se te rompe al alejarte?
¿Qué has dejado atrás?
¿A qué día volverías?

Todo eso que sabes que está ahí aunque queramos no darnos cuenta, de lo que queremos escapar.
Donde no queremos vernos.
Donde no somos más que extraños heridos.

Donde todo está a medias.
Donde nadie es como esperas.
Donde ya nada es, donde ya nada tienes.

Todo lo que nunca hiciste conmigo.
Todo lo que no fuimos lo serás.
Aunque todo debió ser, será en otro lugar.
Siempre lo pensé y lo supe.
Siempre alcé la vista y lo vi.
Nos dejé de ver.

Sentido.

Todo tiene sentido.
El rojo de tus mejillas ya me lo decía.
El sol que tienes colgando de las pestañas.
La risa que sale de tu pecho, casi sin querer, casi queriendo.

Tienes eso que todo el mundo quiere.
Vienes del planeta más lejano y te has quedado a vivir en un sitio pequeño y desordenado.
Todo está empezando a cobrar sentido.
Incluso yo.

De 27 planetas.

Dice que tengo los ojos color miel.
Que Jupiter es lo más cerca que vamos a llegar.
Que tiene pajaritos en el pecho y muchas ganas de hacerlo.
Dice que no se van a repetir.
Dice muchas cosas pero está haciendo más.
Está haciendo sonrisas.
Está haciendo calma.
Está haciendo vida.

Por encima de todo.

La gente que me gusta.

Me gusta la gente que te quiere en tus malas.
Que te rie la risa.
Que te acompaña en la vida.
La gente que te deja ser.
La gente que que quiere con calma.
La gente que quiere de forma sana.
Me gusta la gente que espera.
Me gusta la gente que quiere hacer sentir a bien a su gente.
Me gusta la gente que perdona.
Me gusta la gente que siempre busca ser mejor.
Me gusta la gente sin resentimientos.
Me gusta la gente que no busca vivir en una guerra continua.
Me gusta la gente a la que no le tienes que bailar el agua.
Me gusta la gente que baila contigo.
La que te pide explicaciones después de un abrazo.
Me gusta la gente que no antepone.
Me gusta la gente que se agacha a hablar. Que tiene valores.
Que no te deja abandonada en el desierto.
Que te regala una sonrisa.
Que te besa el pecho sin pedirselo.
Que no te reprocha.
Que no te echa en cara.
Que no te cambia.
Me gusta la gente buena.
Me gusta la gente que te deja vivir y vive contigo.

Piedra.

A veces el silencio habla por ti.
Hay cosas que no entendemos. Quizá nunca lleguemos a hacerlo.

Soy de una piedra tan dura que cuando la tiras contra el suelo se hace mil pedazos.

No quiero ser la misma.
Nunca he querido serlo.

Recuerdo.

Como uña y carne.
Ahora entiendo porque no y porque si.
No se cuanto pero mi pecho me lo sigue diciendo y no seré yo la que lo contradiga.

Tengo muchos recuerdos intentando salir por la garganta. Y entiendo el problema.

No podrá ser ni parecido. Era un tornado, ahora un brisa marina acobardada.

Quizá yo era la uña y la carne a la vez, no se, pero era muy yo o eso recuerdo.

En los aviones me entran ganas de llorar.
No se aun como se pide perdón.
No se aun como no he entendido que lo que necesito es alejarme.
En las vueltas siempre me quiero quedar de donde vengo.
Y así me pasa en la vida.

Como se pide una oportunidad para ti misma.
Como se viaja sin ser piloto.
Cuando voy a ser lo que llevo dentro.

No entiendo porque me busco en los lugares a los que nunca debería volver.
No se porque voy a los sitios a los que aun no se si quiero pertenecer.

Vivimos a medias.
Como siempre en un mar revuelto a la deriva.

No.

A veces simplemente somos polvo de estrellas...volando entre un viento atronador.
El tornado empieza cuando menos lo esperas te arranca los planes de vida y la vida.
A veces dejas ángeles, otras amores, a veces lo dejas todo y nadie entiende porque.
Nadie se imagina que va a pasar, no puede ser...hasta que es.

Donde siempre han estado dejan de estar y todo te parece mentira, color ocre, miedo, ganas partidas en dos.

Y no sabes porque ocurren pero ocurren.
Y no hay.

Pájaros.

Tienes unos pajaritos color canela en el pecho.
Solían cantar, revolotear.
Se unían a la tormenta siempre que la veías los dientes después de una sonora carcajada, no lo podías evitar y todo estaba en paz.

Te fueron cantando despacio que querían volar a su alrededor, que querían saltar con ella, vivir con ella, sentir con ella.
Les mandabas callar de vez en cuando y te enfadaba escuchar cada vez más fuerte sus cánticos...hasta que un día tú también la miraste a los ojos.

Paz.
Entendiste todas las canciones, todos los saltos, todos los cambios.
Y empezaste a ser un pájaro más abriendo las alas para ayudarla a volar.

He aprendido a viajar en una nube que me lleva a todos los sitios en los que ya estuve pero no pude ver.

No se ni como se hace esto ni como se viven las mañanas de resaca sin ti en mi cama.

Pero estamos en paz
y
vivos.

Perdoname.

Probablemente esté corriendo demasido buscando el sol que se apagó.
Y estoy segura de que no funciona así.
Pero estoy partida intentando buscarle explicación a lo que ya sabes pero todavía no entiendo.
No lo creo sinceramente y perdoname.

Primavera.

A veces no puedo aguantarlo.
No me atrevo a abrir la caja ni a leer las cartas.
La calma a veces se escapa, se marcha, avanza...
Somos de quien no y queremos ser sin.
Pero ha llegado la primavera.

El gigante de Big Fish.

Podríamos haberlo compartido.
Las primeras notas.
Tirados y extasiados.
Casi muertos pero casi viviendo.
Y dejame decirtelo sin palabras...
esto es un deja vu de lo que nunca pasó.

«Y qué si ya no importa, ni tiene, ni da, ni surge, ni añora.
Y qué si todo acaba, si es que no estamos acabados ya».

Esto también pasará.

Me recuerdas un poco a mi y eso me entristece.
Porque era todo fachada, tenía los huesos rotos y el corazón en la mano, te prometo que por más que lo intentaba coser era en vano, se me deshacía, se marchaban las tardes...y yo no conseguía avanzar.
Me caía en el mismo pozo cada vez que andaba unos metros, tuve suerte de que siempre se lanzaban a salvarme, de que me agarraba con el alma a salir de allí, aunque siempre volvía a caer.
Me quise curar tantas noches, me quise arrancar la vida tantos días...pensaba que era imposible. Lo fue durante tanto tiempo, parecía crónico.
Y me entristece.
Una cura, una sonrisa, unas ganas y como siempre me habían susurrado al oido "esto también pasará".
Y pasó.
Y llegó.

De bueno.

No quiero, pero no dejo de esperarlo.
Como si fuese lo unico que quiero que ocurra aunque ya sabes que he corrido lejos.

No se como se le llama a esto, si es que se le llama, si es que se desarma. Nos hemos encontrado a medio camino con las manos ensangrentadas de sujetar la cuerda para que no se cerrase la puerta de golpetazo y como ha sonado.

No se como se conduce hasta un sitio que no está en ningún lugar pero que ojalá existiese, donde pudiesemos borrar y empezar de nuevo o de bueno.

Ya me entiendes y si no...
y si no, ya me entenderás.

Tablas.

Sus palabras me taladraron las ilusiones.
A veces pasa.
A veces pasamos y perdemos el tren.
A veces viene la ola y nos destruye el castillo de arena.
A veces.
Otras no pasa.
Otras evitamos el pinchazo, pero queda la marca que hubiera hecho.
A veces buscamos en sitios diferentes y con finales diferentes.
No pasa.
Pero estamos en tablas.

Agujero.

Ahora tienes un agujero en el centro del pecho que intentas llenar con ganas de no acordarte de mi.
Tienes entre tus dedos faldas de todo tipo, labios pasados, vidas presentes...

Pero no funciona, nadie es para ti, ni yo.
Y los fantasmas, los errores, los besos que diste de los que te arrepientes vuelven a llamar a tu puerta, les abres, les abrazas y pasan.
Así funciona para ti, siempre ha funcionado así. Rompe con todo, como cada noche ahora no tienes que recomponerlo al amanecer...todo es más fácil ahora, tienes otro camino que andar, en dirección contraria.

Parecía que llevabas toda la vida buscándolo, ahora con un hueco en el centro todo se vuelve más negro, no querías...pero lo encontraste al fin.

4 de la mañana

"A veces las declaraciones de amor más bonitas no pueden compartirse porque nadie entendería porque nos hicieron sentir tan especiales."

27 planos.

Cada segundo es menos de lo que parece.
No nos importa.
Cuando nos miramos todo es más. Más fácil, más feliz.

He parado los relojes de casa para que no pase el tiempo.
No te lo he dicho pero...
gracias.

Parecía que no.

¿Sabéis como terminar de decir adiós?
Cerrar la puerta tirar la llave y no lanzarte al rio a buscarla.
Sabéis como se cierran los capítulos, como terminas un libro y lo dejas ahí, en una esquina y no leerlo nunca más.
¿Sabéis como se hace eso?
Ocurre, con el tiempo, cuando no te das cuenta.
Puedes dejar la puerta abierta porque ya no habrá nadie al otro lado.
Y hay que sanar las heridas, como antes.

Arena.

Saltos y risas.
Cuando te paseas por casa como si llevases aquí años.
Como te paseas por mi vida.
Por los días grises en los que brillas por el sol.
Por ser hogar cuando no me quiero ni mirar.
Por ser calma en la tempestad.
Por encontrarme cuando estaba perdida.
Por haberme sacado de mi vida.

Por llevarme a Júpiter .
Por hacer que no tenga la sensación de que todo se va a hacer añicos.
Por ser simplemente cuando no soy.
Y todo está mejor,
como dice el guión.

De: Fuimos canciones.

"Llenaba de palabras los últimos coletazos de quienes fuimos por miedo a que lo único que quedaba en realidad por decir cortará de raíz el nudo. Ese nudo eramos nosotros y prefería el problema al vacio.
¿Y si lo escribía? Escribir siempre fue mas facil que mirarla a los ojos y abrirme en canal. Una nota dentro de su mochila del instituto con un "Te quiero" escrito a toda prisa, unas margaritas compradas con mi paga semanal y una tarjeta escrita bajo la mirada de la florista para decirle cuanto la añoraba; un mensaje de texto con el que justificarme. Siendo sincero, no entiendo cómo pudo quererme si lo único que tuve que decirle siempre fue "Lo siento".
Bien lo decía su hermano: "La quieres tio, pero no sabes hacerlo y eso va a terminar por volverla loca". No la volví loca, pero le partí la vida en dos."

"-¿Conseguiste ser feliz?
+No. O a ratos. No sé. Nada como cuando tú y yo lo eramos."
-Lo eramos durante tan poco tiempo que solo recuerdo fogonazos".,

"No me gusta sentir que me haces perder el control. Siempre te quiero demasiado, te odio demasiado o espero demasiado y en el exceso nos diluimos."

Mensaje de amor.

Mandame un mensaje de amor.
De esos con los que siempre hacemos las paces después de hacernos sangre.

Dejame correr y sentir que solo necesito viento y sol.
Ven detrás por si me pierdo y no sé volver a nuestra casa, porque solo allí soy yo.
Solo soy, si estas.
Mandame un mensajes de esos de amor eterno, aunque mañana no seamos nadie, de esos que da igual que el día sea gris o estemos tristes.

Mandame un mensaje de amor...
un mensaje de paz...
un mensaje de 'vuelve pronto'.

A veces nos vamos sin pedir explicaciones.
Todo se rompe o quizás nunca estuvo entero.
A veces, solo.
Porque siempre volvemos.

El olor de una persona y como te jode la vida.
Es la definición más viva que he encontrado a no volvernos a cruzar.
O peor aún, a encontrarnos.

Campos yermos que tengo por dentro.

Diamante en bruto.

He perdido tu risa entre todos estos túneles.
Ya no se como te late el corazón.
Por donde caminas ahora, por donde te llega el pelo, cuales son tus miedos.
No se como has llegado a esto, si te he soltado o no estas cuerdo.

He perdido, por ganar a la derrota. Pero no me quedaban oportunidades.

He dejado de escuchar las canciones, he dejado de pasar por delante de ese cafe y de decir esa palabra.
Estoy intentando no repetir, lo he quemado todo pero es como un fénix.

"Cuando bailo suenan cristales", las botellas que rompiste por no aceptarlo, las mentiras que dijiste por no verlo, las veces que te fuiste sin saber que en alguna de ellas no podrías volver.

Ahora está en calma, azul tenue, diamante en bruto, simple.

Estoy tirando piedras al pozo que tengo en el centro del pecho a ver si se llena y deja de gritarme desde abajo que no se continuar.

Elegimos el camino que queremos tomar, nos arrepentimos de las decisiones que no nos dejaron acertar.

Estamos perdidos en medio de un caos en el que no se puede vivir. Ni sentir.

Y somos menos de los que deberíamos.
Porque me he quedado sola y a oscuras.

No te quiero señalar pero, ya es tarde.

Nunca te voy a olvidar.
A golpe de cañón.

Rusa y muy alta.
Vacía y a trozos.
No he vuelto a ser.

Del 24 al 27.

No me llegan las palabras.
Una conexión.
Partimos de cinco estamos en mil.
Un hilo, una oportunidad.
Ganas de ganar.

'Cambia, vuelve y portate bien'.

Cambia, vuelve y portate bien.
Siempre, leyendonos en braile.
Contestando antes de preguntar.
Siendo sin ser.
Escondiendonos, pero buscandonos.
Siempre, aunque se apaguen las luces del mundo.
Faro.
Guía.
Meta.

No mires las alternativas que ya están agotadas.
Has llegado demasiado tarde y todo se ha desvanecido.
He visto como comienzas tu vida y puedo asegurarte que todo saldrá bien.
Ya no te escucho.
No somos mucho más.
Nunca seremos menos.

Perder.

Estoy precipitandome.
No lo queremos o eso parece.
Seguimos caminos distintos.
Estoy buscándote, tú escondiendote.
Luces y sombras.
Nos hemos abandonado.
Ya nadie nada, pero no te dejo de mirar.
He pensando en todo y parece que nada se hará realidad.
No esperaba otra cosa.
Apostar a todo, es perder de nuevo.

Lo encontré.

Piel con piel.
Lluvia y truenos, calma.
Pensaba que no lo volvería a sentir.
No me has dejado ni un minuto desde que el mundo se empezó a caer en pedazos.
No sabía que te estaba buscando hasta que te encontré, luz, magia.
Soy mucho mejor, estoy mucho mejor.
Todo suena a limpio ahora. A que es lo que tenía que haber sido.
Un equipo.
Rema.
Quema.

Os.

Que os cuiden.
Que os aprienten fuerte contra el pecho.
Que os besen la frente.
Que os den prioridad.
Que os hagan sentir en casa.
Que os hagan mejorar.
Que os hagan feliz.
Que os sujeten.
Que os empujen.
Que os traten como quieren ser tratados.
Que os traten siempre así, que ese son el tipo de persona que nos merecemos.
Que no os cuestionen.
Que no os mientan.
Que no os escondan.
Que no os tiren.
Que no os presionen.
Que no os insistan.
Que no os suelten.
Que no merecemos personas que no nos quieran ver como mínimo muy felices.

No.

No lo vas a entender.
Pero se ha parado el reloj, aunque no sabes cual.
Se han cerrado las puertas, aunque no sabes de donde.
He roto las fotos de ese día, aunque no te acuerdes de cuando.
No me voy a entender.
He puesto a la venta los sentimientos que me quedan por reconocer y las ideas por aclarar, a un precio de risa, las que me hacen falta.
Lo miedos son menos miedos, pero las dudas están atrancandome la vida.
Y no voy a marcharme ni a quedarme.
Y no sabes con quien.

Da igual cuanto repitas una mentira en voz alta.
En cuantos muros la escribas.
Nunca será verdad.
El puñal que tenemos clavado desde hace años no se va a convertir en flor.
Ni tu ni yo en viento.
Ni el viento se llevará la verdad.

Demencial.

"cuanto más me quieres menos te quiero yo, cuanto menos me quieres mas te quiero yo".

Me cuentan las verdades a medias.
Y aún no te has ido. Tengo un nudo en el pecho rodeado de flores que no llegan nunca a florecer.
El otoño ya se fue y tú con él.
Varada.
Truncada.
Así tengo la vida.

Dividida en dos incluso en tres.
Desordenada.
Descolocada.

Si no fuéramos tu y yo.

Hemos sido más que una noche sin conocernos.
No somos ni nuestros.

Nos hemos idolatrado siendo necios.
Nos hemos atado rompiendo cadenas.
Nos hemos empujado queriendo estar parados.
Nos hemos bañado en odio sin ni tan siquiera habernos querido.
Nos hemos jurado paz viviendo en una guerra constante.
Nos hemos dormido en sueños para no vernos.

Con las cabezas tristes y el corazón encerrado pretendemos soltarnos.
Nos hemos apagado sin llegar a encontrar nunca la luz.

Y es que somos todo lo que quisimos haber sido sin ni siquiera tocarnos.
La portada de un libro que jamás leeremos.

Visto lo visto todos los caminos llevan a Roma, asíque tendré que cambiar de planeta para dejar de cruzarme con tu risa.

Somos polvo.

Lo decidí antes de saberlo.

Sin miedo.
No pierdo.

A mi.

Hace días que no me conozco.
He dejado de verme en los espejos.
He dejado de tocarme a ver que siento.
Me he abandonado.

Y tú que eres la única que me salva estás tan cansada, que nada puede salir bien.
Necesito recuperarme.

Se me caen las ojeras hasta el centro de la cara.
He dejado de tener ganas.

Que si te vas no te tengas que ir de verdad.
Que si te quedas no te tengas que quedar de mentira.

Adivina adivinanza.

Y te vas a quedar ahí, apartada, haciendo como que no duele.
Todo está pasando muy deprisa y tú sigues en el punto de partida, sin saber elegir camino, sin querer elegirlo.

Hasta que se rompe.
Como todo lo que no termina de llegar nunca y dejas de esperar. O eso crees.

Lo veías venir.